NUEVA YORK. - El papa Benedicto XVI estuvo en su último día de su visita a suelo estadounidense y dirigió una bendición en el sitio donde estaba levantado el Centro de Comercio Mundial, lugar de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, y oró porque Dios trajera "paz a nuestro mundo violento".
La visita de su santidad al lugar, en la cual se contabilizan la muerte de 2 mil 900 personas al desplomarse las torres, fue un momento de gran intensidad durante su visita, que se ha caracterizado por expresiones multitudinarias de júbilo del público, que se emocionaba entre ellos para ver al ex catedrático que encabeza la Iglesia Católica desde hace tres años.
El pontífice llegó al sitio en el papamóvil por la misma rampa que utilizan los camiones que participan en la obra de construcción, cerca del punto donde estaba situada la torre norte. Avanzó a pie el último trecho y oró de rodillas por unos momentos. A continuación encendió un cirio.
Los restos de más de un mil 100 víctimas nunca fueron identificados. Al hablarle a un grupo de sobrevivientes, clérigos y funcionarios públicos, el Papa se refirió a las muchas religiones de las víctimas que murieron en el lugar, "escenario de increíble violencia y dolor".
Benedicto estuvo con 24 personas que tenían alguna relación con la tragedia, ya sean sobrevivientes, familiares de víctimas y cuatro rescatistas. Estuvo reunido con cada uno en privado y después les mencionó en su oración.
Miles de personas se congregaron en la parte exterior del lugar, detrás de barricadas de la policía, ansiosos de mirar a su Santidad Benedicto XVI.
El pontífice estaba acompañado por el cardenal de Nueva York, Edward Egan; el alcalde Michael Bloomberg; así como los gobernadores de Nueva York, David Paterson, y de Nueva Jersey, Jon Corzine. El sitio pertenece en dominio y posesión a la Autoridad de Puerto de Nueva York y Nueva Jersey.
Benedicto se ha referido al terrorismo en varias ocasiones durante su visita de seis días. Durante una reunión en privado con el presidente George W. Bush, los dos líderes "abordaron la necesidad de enfrentar al terrorismo con las debidas medidas de respeto a la persona humana y a sus derechos", afirmó una declaración de la Santa Sede.
En un discurso ante las Naciones Unidas el viernes, Benedicto advirtió a los diplomáticos que la cooperación internacional necesaria para resolver los problemas urgentes está en crisis porque las decisiones son tomadas por unas cuantas naciones poderosas. Por la tarde, el Papa celebró una misa en el Estadio de los Yanquis, antes de regresar a Roma.