Ayer se reunieron de emergencia y en una cumbre extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América, ALBA, los presidentes de Venezuela, Nicaragua y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage con el Presidente de la convulsionada Bolivia, Evo Morales, que se dieron cita en Caracas, la Capital de Venezuela. Los estadistas suscribieron un acuerdo de ''solidaridad'' con Morales y denunciaron ''planes de desestabilización'' en Bolivia.
Los presidentes Hugo Chávez Frías de Venezuela, Daniel Ortega Saavedra de Nicaragua, el
vicepresidente cubano, Carlos Lage, y Morales en la mini- cumbre denunciaron los ''planes de
desestabilización'' en Bolivia, en alusión al referendo de Santa Cruz que promueven
opositores para lograr la autonomía de cuatro regiones del país andino, previsto a realizarse el próximo 4 de mayo.
En el mismo encuentro también se firmó un convenio de cooperación entre los países
del ALBA para afrontar la crisis alimentaria del planeta, condición que fue catalogada como
un ''tema urgente''.
Chávez clarificó que el acuerdo implica la creación de una ''red alimentaria'' regional, y
un fondo de 100 millones de dólares que será dispuesto para proyectos alimentarios en cada
país del ALBA, constituida por iniciativa del presidente venezolano como alternativa al
Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA, que impulsa Estados Unidos.
El Presidente Chávez presentó acusación directa a los Estados Unidos de impulsar una
''kosovización'' de Bolivia para lograr la separación del país andino. Dijo que no era
casualidad que el actual embajador estadounidense en La Paz haya tenido un ''papel
protagónico'' en los acontecimientos de Bosnia y en Kosovo, pero no amplió detalles.
Chávez dijo: ''Detrás de la máscara de la autonomía está el plan separatista para crear un nuevo estado que nosotros (el ALBA) jamás reconoceríamos'', afirmó el mandatario venezolano en un discurso que fue transmitido en cadena de radio y televisión. El Canal 4 de Nicaragua donde el Partido Frente Sandinista es co-propietario suspendió de emergencia su programación normal para dar paso al enlace directo con la televisión estatal de Venezuela que transmitía el evento político.
Por su parte, Morales llamó al Embajador de EE.UU., David Greenlee, a que ''diga algo sincero'' sobre el referendo de Santa Cruz.
Chávez hizo una observación sobre la situación política boliviana diciendo que ''si el imperio golpea a Bolivia'' con la separación de parte de sus regiones, se ''estaría desestabilizando al Cono Sur completo'' porque podrían detenerse los suministros de gas de Brasil y Argentina.
Indicó que ''no es ninguna casualidad'' que el referendo de autonomía se esté dando en un área donde se concentran grandes reservas de gas. ''El imperio está desesperado buscando
retomar el control (de Bolivia)'', añadió. Utilizó en su discurso frecuentemente la palabra como en Irak, los territorios árabes y ahora en Bolivia para referirse a las causales de los conflictos militares.
Los miembros del ALBA afirmaron que el referendo de Santa Cruz en Bolivia es violatorio de la
Constitución y las leyes de Bolivia.
Aunque en el acuerdo los países del ALBA instaron a la comunidad internacional a ''actuar a
tiempo'' en el caso de Bolivia, plantearon que la crisis del país andino ''debe ser
solucionada por los bolivianos, sin injerencias externas de ningún tipo''.
La Organización de Estados Americanos, OEA, celebró el hoy en Washington una sesión
especial para tratar sobre las autonomías regionales en Bolivia, y los delegados de los
países advirtieron sobre los riesgos de una salida violenta a la crisis y abogaron por una
acción urgente para evitar la división territorial y una crisis institucional.
El embajador panameño Arístides Royo, dijo que, de lo contrario, el presidente Morales se
verá en la incómoda situación cuando transfiera el gobierno de decirle al pueblo boliviano: ''Ustedes me entregaron un país, y ahora yo les entrego varios''.