Al parecer el presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra tiene más críticos. Esta vez fue la embajadora de Suecia en Nicaragua, Eva Zetterberg, que opinó contra la administración gubernamental Orteguista aduciendo que el mandatario instaura una dictadura en el país.
Tras estos comentarios de la diplomática sueca el vicecanciller nicaragüense Manuel Coronel Kautz calificó a Zetterberg una “diabla” por “entrometerse en los asuntos internos del país”, siendo una extranjera que goza de los beneficios diplomáticos de Nicaragua.
Kautz acusó al gobierno de Estados Unidos de enviar “diablos” a verter críticas sobre la administración gubernamental. Esta palabra de “diablos” usada por el funcionario fue dirigida también a los puntos de vista que expresó el ex mandatario mexicano Vicente Fox contra la administración de gobierno de Ortega.
"Ahora resulta que sale una diabla que es la señora Zetterberg, que desafortunadamente se ha venido a inmiscuir en los asuntos internos de Nicaragua", añadió el diplomático.
Otro que ha hecho algunos señalamientos críticos al gobierno de Ortega es el embajador saliente de EE.UU. en Nicaragua, Paul Trivelli y el representante colombiano de apellido González.
Ante estos acontecimientos la Cancillería nicaragüense estaría elaborando normas de respeto de extranjeros ante los asuntos internos de Nicaragua, dijo el vice canciller. El Gobierno esta “pensando seriamente en tomar medidas al respecto” una de ellas es calificar de “non gratos” a algunos embajadores, advirtió.
Kautz manifestó que se puede crear una norma de respeto que consiste en obligar a cada diplomático extranjero a respetar las decisiones y asuntos que tome el gobierno.
"Estos diablos y estas diablas que andan aquí (Nicaragua) que se vayan a sus países (y) que se bañen con agua bendita para que se les quite eso (injerencia), porque aquí no tienen por qué venir a opinar sobre los asuntos internos del país”, agregó Kautz.
"Creo que fue una restricción, una limitación grave a la democracia de Nicaragua la restricción a los dos partidos, porque en una democracia a nosotros nos han enseñado que los partidos deben participar y estas razones del gobierno son difíciles de aceptar, lo lamento", dijo por su parte Zetterberg, quien concluye una misión de cinco años, con la que Suecia cierra su embajada en Nicaragua.
"En una democracia como la nuestra hay un grado de tolerancia y cuando se rebasa, se declara (persona) non grata", dijo el vicecanciller nicaragüense, quien sin embargo descartó que expulsen a la embajadora sueca porque esta "señora ya se va y ya no hay nada que hacer".
En el caso de la oposición a Ortega les ha molestado que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, se entrometa en los asuntos del país como que estuviera en su propia nación. Viene la gran pregunta, ¿será que el gobierno también callará al mandatario bolivariano emitir sus puntos de vistas sobre la política nacional?
Antes de estos señalamientos del gobierno nicaragüense, Suecia ha decidido retirar la ayuda presupuestaria al país que consiste en 21 millones de dólares para el próximo año 2009.