MOSCU y BRUSELAS - La OTAN reclamó ayer a Rusia que revoque el reconocimiento de la independencia de las repúblicas separatistas georgianas, porque atenta contra la estabilidad de Europa, mientras Francia, que ejerce la presidencia de turno de la UE, sostuvo que Moscú puede tener objetivos expansionistas.
Rusia tomó posiciones en aguas territoriales de Abjasia y desestimó en declaraciones del portavoz del primer ministro Vladimir Putin, Dmitri Peshkov, que afronte un contexto de Guerra Fría.
Moscú es "miembro responsable de la comunidad internacional y la situación es distinta", manifestó el portavoz en una conferencia de prensa telefónica.
La crisis en el Cáucaso se profundizó cuando el 8 de agosto Georgia, cuyo gobierno es pro occidental, lanzó una gran ofensiva militar en Osetia del Sur, contra los separatistas. Rusia reaccionó con envío de fuerzas a Georgia.
Naves rusas arribaron a aguas territoriales de Abjasia para tomar el control de la zona e impedir el "transporte de armas", reportó el comandante de la flota en la base de Novorossisk, Serguei Miniailo.
El objetivo del desplazamiento es "apoyar la paz y la estabilidad en Abjasia y en sus aguas", sostuvo el jefe militar.
La Alianza Atlántica advirtió en un comunicado difundido en Bruselas que Rusia debe cancelar la decisión anunciada por el presidente, Dmitri Medvedev, que el martes reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
El Consejo de la OTAN "condena la decisión de la Federación Rusa de extender el reconocimiento a las regiones georgianas de Osetia del Sur y de Abjasia, y pide a Rusia cancelar esta decisión", sostuvo en el documento.