El sacerdote católico de San José, Costa Rica, Minor de Jesús Calvo, inició a transmitir un programa de radio desde su celda donde también son participes varios reclusos, por medio de un teléfono público ubicado a tres metros de su cama.
Jesús Calvo fue condenado por estafa, por el mal uso de los fondos de la emisora Radio María, donde ofrece ahora consejos radiales de media hora.
Con la privación de su libertad, Jesús Calvo, tiene la prohibición por parte de la Iglesia Católica para consagrar, dar los sacramentos y realizar otras actividades propias de los sacerdotes, pero si puede predicar.
Para el padre, estar recluso no significa el fin del mundo, pues él continúa orando y dando consejos a sus compañeros en prisión para que mejoren su vida, según expresaron fuentes.
El delito de estafa según la define el diccionario jurídico “consigue un lucro valiéndose del engaño, la ignorancia o el abuso con fuerza”.