Las supuestas redes de apoyo que tiene países y organismos multilaterales, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), son investigados por la Corte Plena Internacional (CPI).
El fiscal jefe de la CPI, Luis Moreno Ocampo, al finalizar su estancia de tres días en Bogotá, manifestó a periodistas que solicito a varios gobiernos por escrito aclarar si en sus territorios hay “redes de apoyo” a las FARC.
Nicaragua, Ecuador, Venezuela y países europeos, se les pidió la información según publicaron los medios nacionales de Colombia.
Las solicitudes a presentar por las naciones es necesaria para tener una visión global, que puede ayudar a registrar hasta qué punto hay redes de apoyo al grupo guerrillero, indicó el fiscal.
Moreno explico que “eso es lo que estamos haciendo en materia de redes de apoyo a las FARC, tanto en los vecinos de Colombia como en otros países de América Latina, como en Europa, como INTERPOL, como la OEA. Vamos a pedir información sobre otros temas, intentar ver cómo se combinan sus esfuerzos”.
La polémica con Nicaragua resulta luego que el presidente Daniel Ortega Saavedra, les brindará asilo político humanitario a tres sobrevivientes al ataque colombiano del campamento de las FARC, situación que Colombia advirtió de recurrir a la justicia internacional.
El mandatario nicaragüense Daniel Ortega Saavedra, ha manifestado en reiteradas ocasiones su disposición de ser mediador en la búsqueda de la paz a solicitud de las FARC, que fue rechazado por el gobierno del Presidente Álvaro Uribe.
El Presidente de Nicaragua insiste, sin embargo, en una salida negociada a la crisis violenta en Colombia ya que ese país dice que es una amenaza a la estabilidad regional. La Guerrilla más antigua del Continente es la de las FARC. El último grupo irregular que se desmovilizó en Centroamérica fue el de la URNG de Guatemala que la integraban varios grupos guerrilleros a raíz de los Acuerdos de Esquipulas uno y dos firmado por los presidentes centroamericanos que lograron una salida pacífica a la violencia que envolvía al Istmo desde hace más de un cuarto de siglo.
Los guerrilleros de ayer a los que se les calificaba de terroristas se convirtieron en partidos políticos y participaron en la contienda electoral interna obteniendo cuotas de poder importante en varias alcaldías, representación en el parlamento y en otras instancias del poder institucional. Será posible alcanzar la paz? Valdrá la experiencia de Centroamérica? Esta por verse y ya veremos si siguen las palabras y las confrontaciones. En todo caso es preferible que haya solución por los votos que por las armas para que sea desterrada esa maldita violencia de nuestro continente. La paz por las urnas y por las leyes es más importante para la generación presente y futura.