Ayer el Consejo Directivo de a Cuenta Reto del Milenio (CRM) decidió mantener congelado el desembolso de 70 millones de dólares de un total de U$175 millones que eran destinados para diferentes rubros, informó una fuente oficial.
El Director Ejecutivo de la Corporación Reto del Milenio (por sus siglas en inglés MCC) John Danilovich, expresó en carta abierta que este organismo internacional espera que los resultados de las elecciones municipales del pasado 9 de noviembre sean aclarados lo más pronto posible por el poder electoral, una de las razones por el cual la CRM no podrá seguir en Nicaragua.
Lo bueno es que el dinero aún está ahí, pero se interpreta como un preámbulo a que los fondos de la CRM desaparezcan porque dieron un plazo de 90 días para que el mandatario nicaragüense Daniel Ortega Saavedra tome cartas en el asunto, detalló la fuente oficial.
Se suma a esta resolución el hecho de que el embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callahan, dijo que su nación estaría en disposición de apoyar un plebiscito entre la población nicaragüense, para que decida si se hacen elecciones municipales nuevamente.
Callahan, el sustituto del controversial ex embajador norteamericano, Paul Trivelli, ha mantenido una posición beligerante en los asuntos políticos de Nicaragua cuando recibió al ex – candidato liberal de derecha, Eduardo Montealegre Rivas, que llegó a plantear en una reunión con el diplomático su punto de vista sobre el proceso electoral municipal realizado el pasado 9 de Noviembre.
La oposición liberal esta haciendo presiones por medio del Parlamento para reunir una mayoría que le permita crear una ley que anularía las elecciones municipales que le dieron ventaja mayoritaria en 105 Alcaldías al Frente Sandinista en el gobierno.
La Cuenta Reto del Milenio se estaba aplicando en el Occidente del país donde se construiría una carretera que uniría el sector costero del Lago de Managua con el Occidente del país, una zona que fue un emporio algodonero en la década de los años 60 y 70.
También estaba en construcción casi en las últimas la carretera que uniría a Chinandega con el Guassaule, zona fronteriza entre Nicaragua y Honduras. También incluía un programa forestal y turístico además del ordenamiento de la propiedad en los diferentes sectores donde se aplicaba la cuenta mencionada.