COSTA DO SAUIPE.- Los gobernantes del Mercosur y sus socios coincidieron en que la integración es un antídoto contra los efectos de la crisis mundial, pero el bloque suramericano volvió a desnudar sus diferencias desde el punto de vista comercial.
La 36ta. Cumbre del Mercosur no contó con la presencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuyo representante, el viceministro para América Latina, Francisco Arias Cárdenas, reclamó por la demora de los parlamentos de Brasil y Paraguay para aprobar el ingreso como miembro pleno de su país, en trámite desde julio de 2006.
El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, afirmó que "el Mercosur no asistirá pasivamente al debate sobre la crisis financiera mundial", al inaugurar la cumbre del bloque, que se desarrolló en el balneario de Costa do Sauipe, estado de Bahía, noreste de Brasil.
"La voz el Mercosur comienza a ser escuchada, por eso debemos profundizar las propuestas para enfrentar la grave crisis de la economía mundial", afirmó Lula, quien le pasó la presidencia rotativa del bloque a su par paraguayo, Fernando Lugo.
La presidencia brasileña del Mercosur fracasó en conseguir la meta de llegar a 2009 con la eliminación del doble impuesto a las importaciones y acordar el Arancel Externo Común, una medida a la que Paraguay se opone, ni un código aduanero para el bloque.
El presidente Lugo dijo que estos dos puntos serán temas a ser resueltos durante este semestre, en el que los ministros intentarán destrabar las negociaciones durante un encuentro del Consejo del Mercado Común, en marzo.