LONDRES y BAGDAD.- El primer ministro británico, Gordon Brown, que realizó una visita sorpresiva a Irak, y su colega iraquí, Nouri Maliki, confirmaron que las tropas británicas se retirarán de ese país en la primera mitad de 2009, seis años después de la invasión.
Estados Unidos y Gran Bretaña encabezaron la invasión en 2003, con el argumento de destruir armas de destrucción masiva cuya posesión atribuían al entonces presidente, Saddam Hussein, y que luego jamás fueron halladas.
"La labor llevada a cabo por las tropas británicas se dirige a un final. Estas tropas acabarán su misión en la primera mitad de 2009 y abandonarán Irak", afirmaron en un comunicado conjunto.
La nota fue difundida tras una reunión entre Al Maliki y Brown, quienes indicaron además que las tareas conjuntas entre ambos países continuarán.
"Las tareas conjuntas entre los dos países continuarán y tomarán una nueva dimensión, además de reforzarse a través de la cooperación en todas las áreas, debido a la prominente posición de Gran Bretaña dentro de la Unión Europea (UE) y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", destacó el anuncio.
El primer ministro británico realizó su cuarta visita sorpresiva a Irak desde que asumió su cargo, en junio de 2007.
El jefe del gobierno británico opinó que las tropas de su país "hicieron una enorme contribución dándole a la gente un mayor decir en la economía de Irak".
"Dejamos Irak como un mejor lugar. Estoy orgulloso de la contribución de las fuerzas británicas. Ellas son el orgullo nuestro país y son las mejores del mundo", continuó.
Gran Bretaña, principal aliado de Estados Unidos en Irak desde la invasión de marzo de 2003, cuenta con unos 4.100 soldados estacionados en el aeropuerto de Basora, en el sur de ese país.
Según adelantó la BBC de Londres, la retirada comenzará en la primavera (boreal), aunque permanecerán en Irak entre unos 200 y 300 soldados en condición de "consejeros" del gobierno iraquí.
El primer ministro tiene previsto hacer un anuncio oficial el jueves en la Cámara de los Comunes, en la que indicará que las tropas comenzarán a retirarse de la base aérea de Basora a partir de marzo.
Entre marzo y abril de 2003, Gran Bretaña llegó a contar con 46.000 soldados en Irak.
Al menos 178 murieron desde la invasión, incluidos 136 que perdieron la vida en combates con la resistencia.
Londres gastó sólo en el último período fiscal, 2006-2007, 5.000 millones de libras (6.200 millones de dólares) en la campaña militar en Irak, y desde 2003 destinó 744 millones de libras (1.150 millones de dólares) para la "reconstrucción" iraquí.