WASHINGTON.- El gobierno del presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que un proceso de bancarrota "ordenado" es la mejor solución para sacar a los tres gigantes nacionales de los automóviles de sus apuros financieros, pero los demócratas volvieron a pedir el desembolso de ayudas federales.
"Existe una forma ordenada de poner en práctica bancarrotas, que brinda un aterrizaje suave" a las empresas con problemas financieros, dijo la vocera de la Casa Blanca, Dana Perino. Bush dijo que el "mejor camino para trabajar a través de la deuda y la reestructuración".
General Motors, Chrysler y Ford se encuentran prácticamente de rodillas a causa de sus problemas financieros.
Las casas automotrices y los demócratas quieren que se utilicen fondos del paquete de 700.000 millones de dólares del salvataje financiero para salir al rescate del sector.
La Casa Blanca, en cambio, prefiere que estas empresas salgan de sus problemas a través de un proceso asistido de bancarrota.
Están en juego al menos dos millones de puestos de trabajo, según alertó la presidenta de la cámara de Diputados, la demócrata Nancy Pelosi.
"Una medida que puede tomar el gobierno de Bush para ayudar de manera inmediata a estabilizar la economía -dijo la legisladora californiana- es utilizar su autoridad legal para brindar asistencia que prevenga la inminente insolvencia de la industria automotriz doméstica", señaló.