MADRID.- España cierra 2008 con casi tres millones de desocupados y una economía al borde de la recesión, en medio de una crisis que atraviesa al país desde principios de año y que se agudizó a mediados de julio con el desplome del sector de la construcción, modelo de crecimiento durante una década.
El gobierno español, que definió a la crisis como "la más compleja", reconoció también que el año próximo puede haber más desempleo si empeora la situación económica mundial.
Los Servicios Públicos de Empleo aseguraron que la desocupación se incrementó en noviembre en 171.243 personas respecto de octubre, lo que sitúa el número de desempleados en 2.989.269, la mayor cifra desde febrero de 1996.
El ministro de Economía, Pedro Solbes, admitió el 2 de diciembre que hay "consenso" entre los organismos internacionales de que "2009 va a ser peor que en 2008".
En ese sentido, declaró, "existe el riesgo de que el paro (desocupación) aumente algo más".
En tanto, el Instituto Nacional de Estadísticas informó que el Producto Interno Bruto (PIB) español tuvo en el tercer trimestre del año un descenso del 0,2 por ciento, el primero desde 1993, lo que dejó al país al borde de la recesión.
España registra dos trimestres consecutivos de descenso del PIB -para entrar en recesión se contabilizan tres trimestres seguidos en baja-, y podría sumarse a la lista de países europeos que ya se encuentran en esa situación, como Alemania, Gran Bretaña e Italia.