BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la OTAN decidieron reanudar "de manera gradual y condicionada" las relaciones con Rusia, que habían sido interrumpidas en agosto, a raíz de la crisis con Georgia por la región separatista de Osetia del Sur.
El anuncio del deshielo, limitado por ahora a la recuperación de contactos "informales" entre embajadores en el Consejo OTAN-Rusia, lo hizo el secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer.
Ese fue el resultado de la primera jornada de la reunión de cancilleres, que estableció un difícil compromiso sobre el recorrido de preadhesión para Georgia y Ucrania, un tema que también inquieta profundamente a Rusia.
Para los dos ex estados soviéticos, que en abril, en la cumbre de Bucarest, obtuvieron la promesa de ser un día miembros plenos de la Alianza Atlántica, los 16 prepararon el MAP -acuerdo de preadhesión- y coincidieron en planes de cooperación reforzada en el marco de las Comisiones OTAN-Ucrania y OTAN-Georgia.
"Estos dos países hicieron progresos pero tienen aún un trabajo importante por delante", sintetizó Scheffer, dando cuenta del compromiso negociado entre Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña, y aceptado por sus socios.
Según el acuerdo, los dos países deberán pasar a través del MAP, que evaluará el grado de preparación logrado antes de ser invitados a la mesa de la alianza.
Después de la reanudación de las conversaciones en el marco de la OSCE -Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa- y la decisión de la UE de retomar las negociaciones para el acuerdo de asociación estratégica, que se concretó hoy con el primer encuentro entre embajadores después de tres meses de interrupción, la OTAN consideró que llegó el momento de descongelar las relaciones con Rusia.