La noche del siete de diciembre la catedral de Madrid, Basílicas y santuarios se abarrotaron de gente que lanzaba el ya popular grito de “¿Quién causa tanta alegría?”, lema con el cual los nicaragüenses celebran la víspera del día de La Concepción de María, o sea el ocho de diciembre.
La celebración de la Purísima se desarrolla a lo nica, pero con ajustes españoles, porque en Madrid no se puede complementar la celebración a la Inmaculada Concepción de María, con la pólvora de la que hacen gala en Nicaragua, disparando petardos de todos los tamaños y colores. Aquí no se permite nada de cohetes, triquitraques, buscapiés, ni mucho menos cargacerradas o toros encohetados porque la Policía detiene a quien lo haga.
Sin embargo, los organizadores de La Asociación de Nicaragüenses se esmeran con la decoración del altar y en lo que reparten, trayendo dulces desde Nicaragua o preparándolos aquí. Diferencia de Nicaragua, la gorra tiene un precio módico. Por ejemplo Un Nacatamal puede costar 1 euro (22 córdobas).
“Yo siento que al salir a celebrar La Purísima con mis hijos —dice la señora Socorro Martínez, quien reside en Madrid— les estoy enseñando sobre sus raíces. Además aprenden a querer a la Virgen que es la patrona de Nicaragua y de nuestras vidas. Eso es importante, cobijarse bajo su manto; a los niños hay que inculcarles el amor a Dios y a la Virgen”, enfatiza.
La bulliciosa fiesta nicaragüense —la más grande fiesta mariana en América— dejó escuchar su algarabía en los salones de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, un bonito sentimiento de añoranza, fervor religioso y esperanza en el futuro.
Catedral de Madrid celebra Vigilia en honor a la “Conchita”
A partir de las nueve de la noche la Catedral de la Almudena, celebró la tradicional Gran Vigilia de la Inmaculada. Este año, las Vigilias han sido convocadas con el lema “María, estrella de la esperanza”, afirmación de Benedicto XVI cuando señala que “¿Quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de la esperanza, Ella que con su “sí”, abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo?”.
En Madrid se celebraron tres Vigilias. La diocesana, en la Catedral de la Almudena, estará presidida por Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Otra en la Basílica de la Merced y una tercera Vigilia se celebro en el Santuario de María Auxiliadora.
El Papa Benedicto XVI envío el tradicional mensaje de aliento y su Bendición Apostólica para los asistentes y organizadores, que se ayudan siempre en su trabajo con las oraciones y sacrificios de cerca de ochocientos conventos de almas contemplativas de España.
Estas Vigilias de Oración fueron instauradas en 1947 por el P. Tomás Morales S.J., actualmente en proceso de canonización, con su fase diocesana clausurada en Madrid en mayo del pasado año. Desde hace 62 años, se vienen celebrando ininterrumpidamente.