Hay un estudio que dice que el presidente de EE.UU., George W. Bush, y otros de nivel superior de la Administración norteamericana mintieron antes de la guerra de Irak. Se calcula que dijeron mentiras antes del estallido de la guerra. Están contabilizadas 935 veces de mentiras en el lapso de dos años según la investigación del Center For Public Integrity, Centro para la Integridad Pública, publicado el día de ayer.
Hay dos personajes mentirosos de la Administración Pública incluyendo al Presidente George Bush y su Secretario de Estado en ese entonces Collin Powell. Hay 8 personajes del gobierno de Bush que dieron declaraciones falsas en 935 veces que dijeron de la posesión por parte de Irak de armas de destrucción masiva o que tenían vínculos con Al Qaeda. La mentira fue repetida en 535 ocasiones distintas.
"Bush y siete de los más altos funcionarios de su gobierno metódicamente propagaron información errónea durante más de dos años a partir del 11 de septiembre de 2001", enfatiza el Centro.
"Estas falsas declaraciones aumentaron dramáticamente en agosto de 2002, justo antes de la consideración en el Congreso de una resolución sobre la guerra y durante las críticas semanas de comienzos de 2003 cuando el presidente entregó su mensaje sobre el Estado de la Unión y Powell hizo su memorable presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU", señal el Centro.
El estudio también puso en duda "las repetidas afirmaciones de los funcionarios de la administración Bush de que ellos fueron meramente víctimas involuntarias de mala inteligencia".
El estudio detectó que el mandatario Bush afirmaba en la mayoría de las declaraciones falsas al referirse 260 veces a las supuestas armas de destrucción masiva de Irak y a los supuestos vínculos de Al Qaeda con el régimen de Irak.
Pero el entonces secretario de Estado Powell le sigue con 254 comunicaciones falsas, de acuerdo a la investigación hecha por el fundador del Centro, Charles Lewis, y sus investigadores.
Las acusaciones de que el dictador iraquí poseía un arsenal de armas de destrucción masiva fueron el principal argumento usado públicamente en los Parlamentos alrededor del mundo y en las Naciones Unidas para justificar la invasión dirigida por Estados Unidos.
Después de la invasión se confirmó que los señalamientos no eran ciertos, pues ningún arma de destrucción masiva fue encontrada por las fuerzas invasoras.
También hicieron afirmaciones falsas el vicepresidente Dick Cheney, la entonces consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice, el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el ex subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz y los portavoces de la Casa Blanca Ari Fleisher y Scott McClellan, enfatiza el estudio.
"Este es un informe como ningún otro, que cuestiona más de 900 falsas declaraciones que fueron el sustento del gobierno para la guerra", afirma el Director Ejecutivo del Centro, Bill Buzenberg.
Cheney, por ejemplo, el 26 de agosto de 2002, en un discurso ante una convención nacional de Veteranos de Guerra, afirmó: "no hay dudas de que Sadam Hussein ahora tiene armas de destrucción masiva".
El entonces jefe de la CIA, George Tenet, hizo notar poco después de que las declaraciones de Cheney excedían los informes entregados por su Agencia hasta ese momento, recuerda el informe.
A fines de septiembre de 2002, al aproximarse la votación de la autorización de la guerra en el Congreso, Bush insistió en un mensaje de radio en que el régimen de Bagdad era una amenaza global.
"El régimen iraquí posee armas biológicas y químicas, está reconstruyendo las instalaciones para hacer más y, de acuerdo al gobierno británico, podría lanzar un ataque biológico o químico en tan solo 45 minutos después de que sea dada la orden", afirmó Bush.