Los Ministros de Hacienda, Guido Mantega; y Paulo Bernardo el de Planificación de Brasil, anunciaron que se efectuará un recorte de 11 mil millones de dólares en los presupuestos de este año, pero habrá un alza en los impuestos.
Estas medidas según los funcionarios, compromete al Gobierno a mantener el equilibrio fiscal y el superávit fiscal primario. Según cifras oficiales, la estabilidad de lo antes enunciado, estaba comprometido con el final de la Contribución Provisional sobre los Movimientos Financieros (CPMF), un impuesto que gravaba todas las transacciones financieras y que no fue prorrogado por el Senado en una de sus últimas sesiones del año pasado 2007.
La CPMF iba a recaudar cuarenta mil millones de reales (unos veintidós mil millones de dólares), según los cálculos del Gobierno.
El Estado brasileño espera que estas disposiciones compensen en los presupuestos de 2008, donde se prevén gastos e inversiones por ocho cientos mil millones de reales, equivalentes a U$ 444,000 millones.
No solo se divulgó el recorte, sino que también la elevación de la tasa del Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF) hasta del 0.38% y la Contribución Social sobre los Lucros Netos del sector financiero, que pasa del 9% a un 15 %.
Estas alzas en los impuestos creerán al Gobierno unos diez mil millones de reales (cinco mil seiscientos millones de dólares) para este año, siendo un “ajuste muy modesto” según Mantega.