Como su primer acto oficial como presidente de Cuba desde el pasado domingo, Raúl Castro, recibió ayer al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, quien concluye su agenda en la Habana. Es el segundo en el poder de la Iglesia católica después del Papa Benidicto XVI.
Bertone además, se reunió, con el Canciller Felipe Pérez Roque, y con autoridades eclesiásticas de la isla, donde también realizó visitas a la ciudad de Santa Clara (e impartió una misa y bendijo el primer conjunto escultórico en la isla a Juan Pablo II) y Santiago de Cuba y Guantánamo para dar ceremonias religiosas.
En una de sus homilías el representante del Vaticano mencionó que “la Iglesia desea poder ampliar sin límites el radio de su acción a otros ámbitos, para contribuir con tesón al bien común del pueblo cubano”.