San Juan, Puerto Rico - La aspirante a la Casa Blanca Hillary Clinton ganó ayer domingo la elección primaria demócrata de Puerto Rico, pero su rival, Barack Obama, aún se mantiene al frente en la carrera por la candidatura presidencial del partido Demócrata en las elecciones generales del próximo mes de Noviembre.
La primaria de Puerto Rico confiere 55 delegados en proporción a los votos obtenidos. Medios televisivos señalan que Clinton ganó por una diferencia de 2 a 1.
Hay registrados 2,4 millones de electores con capacidad de votar. Sin embargo, a causa del particular estatuto de Puerto Rico --un estado libre asociado a Estados Unidos-- sus ciudadanos no pueden ejercer el derecho al voto en la elección presidencial prevista para noviembre.
"Kentucky antes. Virginia Occidental, Pennsylvania, Ohio, Texas. Ella sigue ganando y pienso que demuestra su fortaleza presidencial para el otoño", afirmó el Director de Campaña de Clinton, Terry McAuliffe, a la cadena MSNBC.
El aspirante Demócrata, Obama, felicitó ayer domingo a Clinton: "acabo de hablar por teléfono con la senadora", dijo en un acto de campaña en Dakota del Sur, que realiza su primaria el martes.
"Ella va a ganar en Puerto Rico y quiero felicitarla por eso", enfatizó.
Obama exaltó el talento de Clinton y se mostró optimista de que el Partido Demócrata estará y llegará unido a las elecciones de Noviembre tras una controversial polarización de la campaña por la nominación.
Hillary con su victoria en Puerto Rico no alcanza todavía a Obama en el número de delegados.
Obama, quien antes de estos comicios tenía 2.051 delegados, necesita otros 67 apoyos para obtener los 2.118 necesarios para asegurarse la candidatura presidencial Demócrata.
Clinton cuenta con 1.876 delegados, pero su equipo destaca que está a la cabeza en votos populares para justificar su mantenimiento en la carrera.
La única forma para Clinton de mantener alguna posibilidad de ser designada para enfrentar al republicano John McCain en noviembre es obtener un apoyo masivo -considerado improbable por los expertos- de "superdelegados" aún indecisos.
El final esperado de este proceso depende, sin embargo, de la propia Clinton, que quedó disconforme con la decisión de compromiso tomada el sábado por el Partido Demócrata a propósito de las cuestionadas primarias de Michigan (norte) y Florida (sureste), cuyos delegados fueron incluidos en la convención, pero sólo se considerará a la mitad de ellos.
La candidata dijo que se reservaba el derecho de apelar, amenazando con hacer durar el duelo hasta la convención del partido a fines de agosto.
A pesar de su rezago, tras 53 primarias y "caucus" (asambleas partidarias de electores) disputadas desde el 3 de enero, Clinton sigue esperando convencer a suficientes "superdelegados" para recortar la ventaja de Obama.
Los alrededor de 800 "superdelegados" son legisladores y dirigentes del partido que tienen derecho a votar en la convención que designará formalmente al candidato demócrata a fines de agosto. Según el sitio independiente RealClearPolitics, unos 190 "superdelegados" siguen indecisos.
Tras Puerto Rico sólo quedarán dos primarias demócratas, previstas para el martes en Montana (noroeste) y Dakota del Sur (norte). Según los sondeos, en ambas debería ganar Obama.
El presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, así como los responsables demócratas en el Congreso, el jefe de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid; y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, esperan que el nombre del candidato se conozca la semana que viene, tras las últimas primarias.
"En algún momento de la próxima semana tendremos un nominado por el Partido Demócrata", dijo el director de Comunicaciones de la campaña de Obama, Robert Gibbs.
Pero si los "superdelegados" no se deciden rápidamente, nada impedirá a Clinton mantenerse en la carrera durante días, semanas o incluso hasta la convención de Denver del 25 al 28 de agosto.
En ese escenario, temido por muchos demócratas, la investidura se decidiría recién tras una pulseada en la convención, apenas dos meses antes de las presidenciales.
Esta desunión de los demócratas contrasta con la situación del republicano McCain, cuya candidatura se decidió a principios de marzo.