Hemos recibido en el correo electrónico de nuestro diario, un lindo mensaje de amor a los niños del mundo de parte de Carlos Emilio López, activista de derechos humanos. El contenido dice de la siguiente manera…
A todas las personas dedicadas a promover los derechos de la niñez
Debemos continuar nuestra labor de promotoría, defensoría y contraloría social en el campo de los derechos de la niñez, no podemos descansar, ni un solo momento…mientras en Nicaragua y en América Latina haya niñas y niños que…
Estén fuera de las aulas escolares.
Reciban clases en un idioma que no conocen.
Caminen grandes distancias para llegar a centros educativos.
Sufran de violencia y abusos sexuales en sus “hogares”.
Producto de la violencia sexual queden embarazadas, o sean contagiadas con infecciones de transmisión sexual o vih – sida.
Se encuentren en cautiverio, privados de libertad.
Se les niegue la posibilidad de expresar sus opiniones y pensamientos.
Sean explotados económicamente en las calles, en los semáforos, parques, mercados. Campos, llanos, montañas, selvas, islas.
Trabajen en minas, en altas temperaturas, en labores expuestos a plaguicidas y pesticidas
Sean comercializados con fines de explotación sexual en las fronteras, bares, cantinas, centros nocturnos ó vendidos sus cuerpos para tráfico de órganos.
Viviendo con una discapacidad, se les niegue el derecho a integrarse plenamente a la escuela, familia, sociedad.
Sean apátridas, porque no han sido inscritos en el registro civil de las personas.
Padezcan hambre y producto de ello tengan que hurgar alimentos entre la basura.
Vivan en condiciones de hacinamiento o en casas inseguras.
Padezcan sed o beban aguas contaminadas.
Vivan en ambientes insalubres y contaminados.
Teniendo una identidad milenaria, originaria o afrodescendiente, se les imponga una cultura diferente, negándoles su autonomía cultural.
Mueran por falta de aplicación de una vacuna.
Recurrentemente padezcan enfermedades inmunoprevenibles e infectocontagiosas
Les falten espacios para bailar, cantar, pintar, jugar y soñar.
Carezcan de amor, ternura y protección.
Renovemos nuestro compromiso para que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales se conviertan en hechos, vivencias, realidades para todas y todos los niños de nuestra casa común.
Carlos Emilio López H.
Activista de Derechos Humanos