Una acción violenta de un suicida iraquí que hizo detonar su vehículo ayer en la delegación de la Policía de la provincia de Mosul, originó la muerte de al menos nueve personas y otras resultaron heridas, según fuentes policiales.
El ataque creó temores de que los insurgentes sunitas se estén reagrupando pese a la ofensiva estadounidense-iraquí en el norte del país.
El atacante suicida hizo detonar un automóvil cargado con explosivos aproximadamente a las 8 de la noche mientras se aproximaba a un puesto de control a través de una barrera de concreto que rodeaba las instalaciones policiales, situada en un congestionado distrito comercial.
Fuentes policiales anónimas señalan que hay cinco policías y cuatro civiles muertos , mientras que 46 personas resultaron heridas.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad por el ataque, pero los atentados suicidas por lo general están asociados con al-Qaida en Irak, el principal objetivo de las operaciones militares de las fuerzas estadounidenses e iraquíes para limpiar la ciudad.
Los militares de Estados Unidos dijeron que la organización terrorista está en desbandada pero retiene su capacidad de ejecutar explosiones suicidas y detonaciones de vehículos en lugares importantes.
Por otro lado, los soldados estadounidenses mataron a dos sospechosos, capturaron a 31 personas y destruyeron materiales para la construcción de bombas en varias operaciones durante los últimos dos días, dijo ayer lunes el ejército norteamericano.
Las operaciones militares se realizaron con el objetivo de minar a al-Qaida en las franjas del centro y el norte del país.
Las muertes ocurrieron en el noroeste de Tikrit, cuando un grupo de soldados estadounidenses respondió al fuego de ametralladoras de ''múltiples posiciones enemigas'' y solicitó refuerzos aéreos, de acuerdo con una declaración del ejercito de Estados Unidos.
La batalla ocurrió en las primeras horas del domingo en una zona remota, 160 kilómetros (99 millas) al norte de la capital iraquí, afirma el documento.
Las tropas norteamericanas encontraron un automóvil cargado con materiales para la fabricación de bombas y componentes de chalecos para ataques suicidas. También descubrieron un sistema de túneles que conducían a un dormitorio y un almacén de armas, añadió.
El documento informó que entre los detenidos había un ''líder de la economía terrorista'' en Mosul, un experto en tácticas de autos bomba, y otros directamente relacionados con integrantes prominentes de al Qaida en Irak.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad iraquíes arrestaron a un importante sospechoso del culto de los Soldados del Cielo, cuyos miembros buscan invocar el caos como una vía para inspirar el regreso del Imán Oculto, un descendiente del profeta Mahoma, que desapareció cuando era niño en el siglo IX. Los chiítas creen que volverá un día para traer justicia al mundo.
Munadhal Abdul Karim, uno de los líderes del culto, fue capturado ayer lunes en una tienda de café en el centro de Basora, declaró el general Mohammed Jawad Huwaidi, comandante de las operaciones militares en Basora.