Con las intensiones de combatir el crimen organizado y la “violencia” en las calles el gobierno de Honduras dio la orden al ejército de este país hacer una vigilancia en las ciudades de mayor importancia.
Los constantes asesinatos de la policía nacional civil de Honduras y que ha registrado un aumento significativo de la violencia, fue la causante de la decisión del mandatario Zelaya.
“Nuestras tropas de aire, mar y tierra están concentradas en varios puntos del país a fin de cumplir las órdenes del presidente (Manuel) Zelaya'', dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, general de división Romero Vásquez.
El militar descartó alguna posibilidad de guerra pues aseguró a la prensa que la actitud presidencial tiene el objetivo de garantizar un “orden público”.
''Sólo pretendemos garantizar la paz y la seguridad de las personas y sus bienes, así como mantener el respeto a los derechos humanos, en todo el territorio nacional, 'la policía y las fuerzas armadas trabajan en forma conjunta a fin de que la Operación Cazador se realice con éxito''.
Zelaya hizo que los oficiales tuvieran disponibles hasta 11 millones de dólares para que el ejército hondureño pueda tener acceso a los últimos avances en tecnología militar. ''En las áreas en las que los delitos causan mayor impacto en la población, como producto del accionar del crimen organizado, el narcotráfico, las pandillas y la delincuencia común'', agregó el militar.
Aseguró que ''se escogió a Tegucigalpa y San Pedro Sula porque son los centros de mayor concentración poblacional del país, donde se manifiestan los mayores actos de violencia y de delitos''.
Alrededor del 30% de las fuerzas armadas, integrada por 14.000 soldados, y casi el 100% de la policía, de 10.000 agentes, participarán en la operación.