Por afectar el suministro de alimentos en un tiempo de precios crecientes, EE.UU. y Europa deberían reducir la producción de biocombustibles, señaló un asesor del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
"Necesitamos reducir significativamente nuestros programas de biocombustibles", porque "eran comprensibles en momentos de precios muchos más bajos de los alimentos y de existencias de alimentos más grandes pero no tienen sentido ahora en esta condición de escasez global de alimentos", afirmó Jeffrey Sachs, destacado académico estadounidense, asesor especial de Ki-moon sobre los objetivos contra la pobreza.
El biocombustible es criticado por el temor a que esté compitiendo con los alimentos por la tierra de cultivo y así ayudar a impulsar el alza de los precios en los alimentos, para empeor la crisis global que afecta a millones de personas.
Tan así que los altos precios de los alimentos y los combustibles provocaron protestas y disturbios en varios países pobres en los últimos meses, donde gobiernos han aplicado subsidios a los alimentos o restricciones a la exportación para equilibrar los costos.
Sachs mencionó que "en Estados Unidos, hasta un tercio de la cosecha de maíz se destinará este año a los tanques de gasolina, (causando) un enorme golpe al suministro mundial de alimentos".