En la conferencia anual del Consejo de las Américas, una asociación de multinacionales, el presidente de EE.UU., George W. Bush dijo que la eliminación por parte de Raúl Castro, presidente de Cuba, de algunas restricciones en la isla, son “gestos vacíos” y que sostendrá el embargo mientras “el pueblo de Cuba sea libre".
Bush pidió al Gobierno cubano "unas elecciones libres y justas", respetar los derechos humanos "de palabra y obra" y poner en libertad a los presos políticos.
"Cuba no será una tierra de prosperidad simplemente relajando las restricciones sobre las ventas de productos que los cubanos no se pueden permitir", sostuvo el mandatario.
Otros de los temas que abordó la Casa Blanca con respecto a América Latina fueron Colombia y México, donde solicitaron al Congreso que apruebe el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, por estimar que su futuro es incierto por la oposición de los líderes demócratas.
También, pidió 1,400 millones de dólares en tres años para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en México y América Central, en un programa denominado “Iniciativa Mérida”.
En cuanto a Venezuela, Bush lo describió como “un vecino hostil y anti-estadounidense" de Colombia que "ha forjado una alianza con Cuba, ha colaborado con los terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y dado santuario" a ese grupo armado.
Por su parte el encargado de América Latina en el departamento de Estado, Thomas Shannon, acusó a Irán de usar sus relaciones con América Latina como "una forma de mostrar que puede expresarse" en la arena internacional, "es una forma de actuar contra nosotros", manifestó.