Para Azahalia Solís, representante del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua e integrante del Punto Focal Campaña 28 de Septiembre por la despenalización del aborto, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra, no asistió a la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, por evitar encontrarse con mujeres que lo “repudian”.
Solís indicó que el mandatario es uno de los que apoyan y defienden a “capa y espada” que el aborto terapéutico sea practicado en el país es por eso que las mujeres que integran diversas organizaciones de Latinoamérica lo consideran “uno de los grandes violadores de los derechos humanos”, manifestó.
La representante de las mujeres consideró que Ortega tuvo una justificación para no asistir a la Cumbre, y fue la “que tenía que resolver la crisis del transporte”, pronunció Solís.
“Ellas estaban en espera de la presencia de Ortega con más pronunciamientos y también con pancartas de protesta. Por eso consideramos que no asistió a la reunión. Igual sucedió en la Cumbre Iberoamericana donde las mujeres chilenas organizadas hicieron su pronunciamiento”.
“El objetivo (de los pronunciamientos en las Cumbres) es la denuncia a nivel mundial contra una persona que no es consecuente en sus acciones, ni con los principios de democracia. Democracia no es sólo ir a votar, sino igualdad de género, de oportunidades y respeto a los derechos humanos”, comentó la líder feminista.
Parte de la carta de repudio expresa:
“Daniel Ortega junto a quienes traicionaron los ideales del Sandinismo, levantaron sus manos para votar que incluso el aborto terapéutico fuera ilegal sin importarles la vida y la salud de las nicaragüenses. Por si fuera poco, han participado en denunciar a la justicia a nueve defensoras de los derechos humanos de las mujeres”.
“Para nosotras, que creemos en la democracia como sinónimo de justicia y equidad, en un marco de irrestricto cumplimiento de los derechos humanos, es una agresión la presencia de Daniel Ortega en un foro de defensa de los derechos humanos”.
“Llamamos a repudiar su presencia como una defensa de la integridad de las mujeres y como una afirmación contra la impunidad”.