Washington.-El Presidente de Estados Unidos , George Bush, no esta satisfecho con las reformas realizadas por el gobierno cubano encabezado ahora por Raúl Castro Ruz, hermano del retirado líder Fidel . Sin embargo, permitió que los ciudadanos estadounidenses puedan enviar teléfonos celulares a familiares en Cuba como medida de presión para que aumente la libertad de expresión.
El presidente norteamericano anunció la modificación en su política hacia Cuba durante el primer "Día de Solidaridad con el Pueblo Cubano", un encuentro que la Casa Blanca realizará cada año "hasta que haya libertad" en Cuba.
Bush habló ante líderes republicanos del Congreso, grupos de amigos y familiares de prisioneros políticos y diplomáticos. El mandatario norteamericano afirmó que el gobierno cubano habla seriamente de reformas, "ahora que al pueblo cubano se le permite comprar teléfonos móviles, se les debería permitir hablar libremente en público".
El presidente estadounidense reiteró nuevamente el pedido de que Cuba efectúe reformas económicas y elecciones libres y justas, permita el pluralismo político y cumpla con las normas internacionales sobre derechos humanos.
En febrero pasado, Raúl Castro Ruz, eliminó algunas prohibiciones que imperaron durante el gobierno de su hermano Fidel, quien desde el mes de Julio del 2006 tuvo que dejar el poder por razones de salud, permitiendo así que los cubanos puedan comprar celulares y DVD o quedarse en hoteles antes reservados a turistas extranjeros.
"Si Raúl (Castro) está hablando en serio sobre lo que él llama reformas, entonces permitirá que estos teléfonos móviles lleguen a manos de los cubanos", enfatizó.
Agregó que permitirá que los organismos no gubernamentales y asociaciones religiosas puedan proporcionar computadoras a los cubanos si el gobierno de la isla levanta las para el acceso a la Internet.
Bush considera los cambios en Cuba de cosméticos y afirmó que es "colmo de la hipocresía atribuirse el mérito de haber levantado la prohibición para que los cubanos puedan comprar determinados bienes que, virtualmente, ninguno de ellos puede permitirse".
El presidente habló además del hecho contradictorio de que dentro de dos años se permitirá a los cubanos comprar tostadoras y otros electrodomésticos, cuando hoy en día siguen preocupados sobre si tendrán pan para comer.
Según datos de la Casa Blanca, un teléfono celular puede costar en Cuba unos 120 dólares, más una cifra similar para activar el servicio, cuando el salario medio en la isla es de 12 a 20 dólares mensuales.
En un encuentro preliminar con los periodistas, el director para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Dan Fisk, dijo que con esta medida no se flexibiliza el embargo que mantiene EE.UU. desde 1962, sino que es una táctica de presión para que haya más libertad de expresión en Cuba.
Cálculos estadísticos indican que uno de cada 10 cubanos, alrededor de 1,5 millones, vive en Estados Unidos, y el exilio cubano en Florida tiene un gran peso político en el país.
La medida dada a conocer por el mandatario norteamericano George Bush tiene que ser elaborada por los departamentos de Estado y de Comercio, y podrían pasar varias semanas para ponerse en marcha, afirmó Fisk.
La disposición de Bush permitirá que los estadounidenses envíen a sus familiares los celulares y puedan también mantener cuentas para activar el servicio telefónico desde Norteamérica.
El Gobierno norteamericano desde hace 5 décadas aplica desde los distintos gobiernos llegados a la Casa Blanca un embargo unilateral contra Cuba, convencido de que es la única forma de presionar por un cambio democrático en la isla. Pero, a su vez, el Gobierno de Cuba desde que estaba Fidel Castro Ruz en el poder, responsabilizaba del embargo norteamericano de ser el causante de las diversas restricciones económicas que se vive en la Isla.
El Secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, dijo a una agencia internacional de noticias, que Estados Unidos es el principal proveedor de alimentos y medicinas y "número dos" de dinero a través de las remesas.
"El problema no es el embargo, el problema es el comunismo y ¿para qué fortalecer al régimen dándole más recursos?", se interrogó Gutiérrez, nacido en Cuba .
El Secretario de Comercio consideró que los cambios en Cuba son para "consumo externo" y tácticas para apaciguar al pueblo o para impresionar a la comunidad internacional.
"La pregunta no es cuándo va a cambiar el embargo, la pregunta es cuándo van a cambiar el sistema en Cuba. El comunismo no funciona (...) el pueblo de Cuba sigue siendo uno de los más reprimidos del mundo", enfatizó Gutiérrez, considerando y haciéndose eco de las denuncias que repitieron hoy familiares de presos políticos en Cuba.