Con fuertes ráfagas de vientos que alcanzaron los 100 kilómetros por hora equivalente a las 60 millas, dejó al menos una víctima humana y a más de 55 mil personas desalojadas, informaron las autoridades brasileñas.
El fenómeno climático golpeó en la zona sur de Brasil. El capitán de la Defensa Civil, Luis Fernando Santos, detalló que la pérdida humana ocurrió cuando el conductor de un autobús fue sorprendido por un árbol que “le calló encima”.
En Rio Grande do Sul se les obligó a más de 55 mil personas a abandonar sus hogares, después de la inundación que causó una tormenta que inició el viernes de la semana pasada.
Santos advirtió que si la tormenta persiste aún más, las personas podrían ser forzadas a abandonar sus hogares. |