Informes señalaron que una decena de autobuses en que se trasladaban los opositores no pudieron pasar en el kilómetro 42 hacia León
MANAGUA.- Militantes opositores dijeron que fueron atacados por simpatizantes sandinistas (oficialismo) cuando se dirigían a la ciudad de León para protestar por los resultados oficiales provisionales de las elecciones municipales del domingo pasado.
La oposición nicaragüense, respaldada por líderes de la influyente iglesia católica y sectores empresariales, denuncian "fraude" electoral en el triunfo de los sandinistas en casi 100 de los 146 municipios que renovaron sus autoridades durante el comicios, hace una semana.
Jaime Arellano, vocero de la alianza de liberales de derecha que desconoce los resultados oficiales que otorgan un amplio triunfo al oficialismo, dijo a una emisora radial que los manifestantes opositores fueron atacados con morteros de fabricación casera.
Según Arellano en su contacto telefónico con la emisora de Managua "Radio Corporación", el ataque se produjo a unos 40 kilómetros al oeste de Managua, a medio camino hacia la ciudad de León.
"Estamos siendo atacados incluso con balazos, esto es peligroso y llamamos a la policía nacional a que nos proteja", dijo Arellano, antes de cortar la comunicación anunciando que "debo dejar de hablar para buscar protección".
Otros informes señalaron que una decena de autobuses en que se trasladaban los opositores no pudieron pasar en el kilómetro 42 hacia León, cerca de una localidad llamada Nagarote, y se vieron obligados a retornar hacia Managua.
Los militantes opositores habían anunciado un acto de protesta en la ciudad de León, segunda en importancia en el país, ubicada a 90 kilómetros al occidente de Managua.
Emisoras de tendencia sandinista informaron que miles de manifestantes oficialistas estaban en las calles de León "celebrando la victoria electoral". Las elecciones municipales de una semana atrás han desembocado en disturbios callejeros en varias ciudades y en especial en Managua, donde decenas de personas han resultado lesionadas, mientras que negocios y vehículos fueron destruidos durante las protestas opositoras.
El gobierno de Nicaragua ha acusado a Estados Unidos y a organismos internacionales de promover un plan de desestabilización para derrocar por la fuerza al presidente sandinista, Daniel Ortega, quien ha guardado silencio.
Las acusaciones nicaragüenses incluso afectan al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien fue señalado por el canciller Samuel Santos de "declaraciones injerencistas" en los asuntos internos del país.
La conflictiva situación política de Nicaragua será discutida en una sesión especial de la OEA prevista en Washington, informaron fuentes del organismo.