El Presidente Daniel Ortega Saavedra y toda su familia le tocó ir a votar a la Junta Receptora de Votos ubicada en la sede central de la Universidad Central de Nicaragua, UCN, que esta cerca de su residencia y lugar que ocupa ahora la Presidencia de la República, en el otrora lujoso lugar conocido como El Carmen al Occidente del país.
Ahí estará votando también su esposa Rosario Murillo Zambrana y todos sus hijos en su mayoría del sexo masculino y dos del sexo femenino.
En los alrededores de la actual presidencia se mueve siempre y permanece en los patios de la misma un helicóptero donde se supone que se moviliza el equipo presidencial.
Todo el lugar se encuentra protegido de fuertes medidas de seguridad de la policía y de la seguridad presidencial que vigila y resguarda a la pareja presidencial a varias cuadras a la redonda.
Los periodistas nicaragüenses no pueden llegar a la Presidencia si no citados previamente a una conferencia de prensa. Entrar al lugar no es posible hacerlo de manera sistemática buscando información para un periodista ya que las nuevas reglas limitan el acceso al sitio.
Antes con los anteriores gobiernos neoliberales un medio periodístico podía asistir a las conferencias de prensa y solicitar desde ahí una entrevista al Presidente o a sus Ministros. Lo cual ahora es totalmente difícil. El mensaje oficial solamente se conoce por medio de las comparecencias del mandatario e Ortega en los Programas de concentración pública conocidos como “El Pueblo Presidente”.
No han habido desde que asumió la Presidencia, Daniel Ortega Saavedra, un encuentro directo de los periodistas con el líder de los sandinistas el cual generalmente aparece en horas de la noche y raramente en el día. Se dice extraoficialmente de amigos que lo conocen que acostumbra laborar 18 horas diariamente y que desde adentro es difícil verlo fácilmente sin previa cita.
Un Mandatario muy extraño que parece tiene los hábitos que en su tiempo tenía el otrora Presidente de China Continental, Mao Tse Tung, del cual era muy raro verlo en actos oficiales tanto dentro como fuera de los pasillos presidenciales. Una ferviente opositora de Ortega y ahora crítica de su gobierno, la legendaria guerrillera, Dora María Téllez Arguello, decía que la vida del Presidente era totalmente aislada de la vida social con el pueblo porque nunca se la había visto cuando estaba en las llanuras haciendo fila para entrar al cine, ni tampoco disfrutando de un helado junto a su familia fuera de las presiones de la vida pública.
Algo interesante en la vida de un mandatario que pasó 7 años en la cárcel durante la época de Somoza y otros tantos en la vida clandestina que lo hizo actuar en los asuntos públicos como si se tratara de actuaciones propios siempre de la clandestinidad.