WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, rechazó que la crisis financiera mundial implique un fracaso del libre mercado, dos días antes de recibir en Washington a gobernantes del G20, algunos de los cuales reclamarán regulaciones y controles firmes a los movimientos financieros.
Bush defendió las bases del capitalismo de libre mercado, aunque recogiendo reclamos internacionales abogó por aumentar la regulación y dotar de mayor transparencia al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI), durante un discurso en el centro de estudios Manhattan Institute de Nueva York.
El G-20 se reunirá en Washington con el gobierno estadounidense debilitado, debido a que se encuentra en plena transición, y con países de desarrollo intermedio como China, India, Rusia y Brasil reclamando un protagonismo mayor en la toma de decisiones y transparencia en el sistema financiero global.
Bush, quien abandonará la Casa Blanca en nueves semanas, oficiará de anfitrión de la cumbre.
"Los líderes que se reunirán este fin de semana están de acuerdo en un propósito claro, afrontar la actual crisis y acordar las reformas fundamentales para ayudar a prevenir una crisis similar en el futuro", dijo Bush.
Pero luego de la mención a unos propósitos generales en común, el presidente pasó a mencionar diferencias, cuando expresó que "algunos" sostienen que la crisis tiene su origen "en la falta de regulación en Estados Unidos del mercado inmobiliario, pero muchos países europeos que tenían regulaciones mucho más estrictas experimentaron problemas casi idénticos a los nuestros.