El Presidente de la conferencia episcopal de Nicaragua, Monseñor Leopoldo Brenes Solórzano, celebró una misa Dominical orando por la paz de Nicaragua, la misa de Cristo Rey, con la cual se concluye el año litúrgico, dijo el Prelado. La celebración religiosa se da en circunstancias políticas difíciles para Nicaragua ya que hay pugna entre los poderes del Estado, a raíz de las elecciones municipales, de las cuales la oposición señala que fueron fraudulentas. 

La procesión, con motivo de las "Solemnidades de Cristo Rey", fue convocada para orar por la paz por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que ha pedido al tribunal electoral que revise los resultados de los cuestionados comicios municipales del 9 de noviembre, que dieron el triunfo al gobernante Frente Sandinista en 105 de las 146 alcaldías disputadas en las elecciones municipales.  La celebración religiosa se dio en las 300 parroquias del país.

El Jefe de la iglesia católica de Nicaragua, Monseñor Leopoldo Brenes Solórzano, dijo: “Que hermosura ver  a toda esta iglesia orando sin distingos de colores ya sea físico o políticos orando por la paz en Nicaragua, porque yo pienso que todos queremos y añoramos vivir en paz”.  Miles de feligreses católicos marcharon alrededor de la iglesia Catedral Metropolitana orando por la paz de Nicaragua que corre el riesgo de verse enfrentado por razones políticas. 

Durante la celebración de los resultados electorales el Presidente Daniel Ortega Saavedra dijo que aceptaba los resultados electorales a través de un decreto presidencial. En su Decreto anunció que "reconoce la legitimidad del proceso electoral desde su inicio (...) y los resultados definitivos", tal como los oficializó el Consejo Supremo Electoral, anticipándose de este modo a un intento de la oposición para que el Congreso anule las elecciones.

El mandatario izquierdista advirtió que era inconstitucional la iniciativa de 41 diputados opositores de anular los comicios, porque el parlamento no posee atribuciones sobre el Consejo Electoral, que es autónomo.

Líderes opositores respondieron criticando el decreto y los argumentos de Ortega, a la vez que acusaron al presidente de intentar imponerse sobre los otros poderes, como el Congreso y el Consejo Electoral.