La cebolla es una planta herbácea, perteneciente a la familia de las Liliáceas, vivaz, cultivada en regiones cálidas y templadas. Es originaria de Oriente. Su raíz es fibrosa y sale de un tallo subterráneo que esta reducido a un pequeño disco macizo; las hojas que también salen de un tallo, son lineales, grandes y huecas; en su base son carnosas, llenas de reservas (catáfilas), están superpuestas y concéntricas formando un bulbo tunicado, jugoso de color blanco, de olor fuerte y sabor, por lo común, acre y picante.
Las flores son hermafroditas, poseen perigonio blanco y se disponen formando una umbela sostenida por un pedúnculo floral bastante largo (inflorescencia). En francés esta planta se llama “oignon”.
Los bulbos de la cebolla se aprovechan por sus propiedades nutritivas y curativas; son usados ampliamente como condimento, no habiendo casi ningún platillo en que no se utilicen.
• Para curar las quemaduras, heridas, sabañones y las grietas de las manos y de los pies, se ralla la cebolla, se extrae el zumo; este liquido se mezcla con enjundia de gallina, formando así un excelente ungüento, que se aplica directamente a las partes afectadas.
• Para curar los panadizos (inflamación de los dedos, principalmente en sus extremos) y furúnculos, se hierve una cebolla blanca, se parte y se aplica caliente sobre estos.
• Para eliminar las manchas rojas de la cara, se hace remojar la cebolla en vinagre durante 4 o 5 días y este líquido se aplica sobre las manchas en forma de loción.
• Para calmar los dolores reumáticos y neurálgicos, se frota con el zumo de la cebolla o con la cebolla rallada.
• En caso de hemorragia por la nariz, se corta la cebolla por el medio y se coloca sobre la nuca y el otro pedazo se hace respirar.
• En los casos de síncopes, desmayos o desvanecimientos y para combatir los ataques de histerismo, se tiene bajo la nariz una cebolla partida por la mitad.
• Para combatir la hidropesía, los ataque epilépticos y curar la debilidad del estómago, se toman 3 o 4 cucharadas diarias de zumo de cebolla.
• Para curar la uremia (enfermedad ocasionada por la acumulación en la sangre de sustancias tóxicas que normalmente se eliminan con la orina), se extrae media taza de zumo de cebollas blancas, se mezcla con la infusión de 2 cucharadas de tilo o de borraja en un litro de leche, se endulza y se toma una taza antes de los alimentos.
• Para aliviar las fatigas del asma, se comen las cebollas asadas en braza por las mañanas, en ayunas y para dormir.
• En caso de insomnio, se prepara un platito de ensalada de cebolla con aceite, limón y poca sal, se come durante la cena y provoca un sueño profundo y reparador.
• Para curar la tos crónica, la tos convulsiva (tos ferina), la bronquitis y el asma bronquial, se pica una o dos cebollas grandes, se mezcla con bastante azúcar en el plato, se deja durante la noche en el sereno y en la mañana se toma por cucharadas cada 3 horas este jarabe.
• Para expulsar las lombrices de los niños, se corta una cebolla grande en varias partes, se deja remojando en una taza de agua durante la noche y se toma ésta en ayunas.
• Para disipar los zumbidos de los oídos y la sordera reciente, se empapa un algodoncito en el zumo de la cebolla y se introduce en las orejas.
• Para calmar los fuertes dolores de los oídos, se asa un pedazo de cebolla y el zumo caliente de esta se echa unas gotas al oído.
• Para las inflamaciones del hígado hay que tomar caldo de cebollas cocidas.
• Frotando cebolla sobre el cuero cabelludo, estimula el crecimiento del cabello.
• Tomando jugo de cebolla, se elimina el dolor de dientes y de cabeza.
• Para curar la gripe, se echa en una taza de agua caliente: jugo de limón, una cucharadita de miel de abejas y una o dos cucharadas de zumo de cebolla; se toma de 4 a 6 veces al día, si el enfermo esta muy grave.
*e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr