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La memoria y el olvido

 

La retención de material aprendido es mejor si el sujeto duerme durante algún tiempo inmediatamente después de aprender algo de memoria

PROF. CHRISTIAN CAZABONNE*

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ACTUALIZADO 20 DE OCTUBRE DE 2008
 

El olvido es menor cuanto menor es el tiempo transcurrido desde el momento del aprendizaje. (FOTO ARTE JUAN ARÉVALO)

Muchos son los significados que se han dado a la palabra memoria. Desde el punto de vista psicológico, la memoria es la facultad de conservar y de evocar el pasado y todo lo que se encuentra asociado. La memoria es un proceso por medio del cual un individuo es capaz de conservar mentalmente ciertas experiencias previas, como se evidencia por medio del recuerdo, reconocimiento, etc. A medida que el tiempo transcurre estas experiencias sufren transformaciones cualitativas y cuantitativas. Aunque es difícil separar estos dos aspectos, es posible decir que el término olvido se usa preferentemente para indicar las alteraciones cuantitativas. En general, estos cambios implican disminución en cantidad de lo aprendido. Así, si un sujeto aprende de memoria una lista de sílabas sin sentido, al pedirle que la repita nuevamente se observa que el porcentaje del material retenido depende de la perfección con que la lista haya sido aprendida originalmente, el tiempo transcurrido desde que fue aprendida (a mayor tiempo, mayor olvido), que el olvido es mucho mayor en las primeras horas después de haberse aprendido algo, etc. También se sabe que el olvido si en vez de sílabas sin sentido se aprende un texto sin significado; que el olvido varía con los sujetos; que ciertas cosas se recuerdan más que otras, etc.

La retención de material aprendido es mejor si el sujeto duerme durante algún tiempo inmediatamente después de aprender algo de memoria, y disminuye si se ocupa en una actividad similar.

En general, el olvido es menor cuanto menor es el tiempo transcurrido desde el momento del aprendizaje; si el material ha sido aprendido a la perfección, si el sujeto duerme luego de aprender o si se ocupa en actividades que no interfieran con lo recientemente aprendido.

En ciertos casos resulta difícil recordar nombres, o personas, u otras experiencias previas. A veces se recuerda repetidamente una experiencia que no se desea recordar. En estos casos es aconsejable no insistir por cierto tiempo, ya que es probable que de este modo acuda en forma precisa el recuerdo deseado..

El reconocimiento es un proceso más sencillo que el recuerdo, puesto que para reconocer es preciso recordar que se ha experimentado algo que se está experimentando nuevamente. De este modo se reconoce a un amigo o un lugar determinado, o un objeto, etc. Hay casos de falsos reconocimientos, pero son menos frecuentes que los de falsos recuerdos.

En cuanto a la mejor manera de aprender de memoria con el objeto de reducir el olvido y los falsos recuerdos y reconocimientos, muchos han sido los procedimientos aconsejados. Se sabe que la cantidad de material que un sujeto es capaz de aprender de memoria aumenta con la edad, pero disminuye en la ancianidad. Un niño de seis años puede recordar de 4 a 6 dígitos, pero un adulto puede recordar muchos más. Si la lista de dígitos es muy larga, los sujetos suelen combinarlos en diversas formas. Se sabe que en una lista de sílabas sin sentido, o de palabras, se aprenden mejor las que están al principio y al final de la lista que las intermedias.

En la base del cerebro, existe diversos montones de neuronas impropiamente llamados “núcleos”. Su actividad química especializada parece importante para el buen funcionamiento de la memoria. Esta última no está situada en una región precisa. En efecto, existen numerosos circuitos cuya interrupción en uno o varios puntos puede provocar alteraciones de la memoria.

Se reconoce tres fases de la memoria: la inmediata que, por ejemplo, permite leer y componer un número telefónico. La memoria a corto término, la de los hechos recientes, y por último la memoria a largo término. Se distingue también las memorias episódicas que se refieren a ciertos eventos vividos.

El problema no es siempre la ausencia de memoria, pero sí evocarla. El problema principal de las personas de avanzada edad es la adquisición de nuevas informaciones para continuar viviendo una vida normal.

Actualmente, el envejecimiento de la memoria moviliza a numerosos investigadores. Ellos quieren absolutamente comprender todos los rodajes y hacer distinción entre los simples trastornos de la memoria y los que intervienen en esta grave enfermedad llamada de Alzheimer, donde la noción del pasado se borra poco a poco, provocando un profundo deterioro intelectual.

e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr*

 
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