CARACAS.- La próxima realización de ejercicios militares conjuntos de las flotas rusas y venezolanas en aguas del Caribe no reeditarán "una guerra fría", afirmaron expertos locales, que discrepan sobre sus implicaciones en la región.
Analistas que se identifican con la oposición ven en la operación militar un avance en la estrategia del presidente Hugo Chávez en su confrontación con Estados Unidos que podría aumentar las tensiones, mientras que expertos del oficialismo descartan implicación alguna.
El ex director del Instituto de Altos Estudios de la Defensa, Iván Carratú, rechazó un parangón con la Guerra fría "por haberse extinguido el conflicto ideológico" que marcó los años '60 entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
No obstante, el militar opositor dijo a ANSA que las maniobras que siguen a una visita de bombarderos rusos al país, "comportan una ruptura de poder que reta a Estados Unidos" y su política "Monroe" de dominación en en el continente.
"Nos guste o no esta política nos ha mantenido en paz en América Latina", señaló.
El vicealmirante retirado advirtió que la llegada de los rusos "compromete la seguridad" en el continente y "abre las puertas a una potencialidad bélica" por la confrontación política entre Caracas y Washington.
La flota rusa, encabezada por el crucero de propulsión nuclear "Pedro El Grande" e integrada por el destructor "Almirante Chabanenko" y dos naves más, realizará por primera vez en la región prácticas conjuntas con Venezuela entre el 10 y 14 de noviembre en el Caribe, antes de una visita del presidente ruso, Dmitri Medvédev, a Caracas.
El ex agregado militar en Washington opinó que la operación "es una penetración silente de los rusos en la onda de revancha y advertencia" por la influencia norteamericana en Georgia, Ucrania, Polonia y República Checa.
Para el diputado oficialista Roy Daza es un "arcaismo" hablar de guerra fría porque "no están dadas las condiciones históricas", en un paralelismo que también rechazaron desde Caracas y Washington.
El jefe de la comisión parlamentaria de Política Exterior calificó las maniobras como algo "rutinario", nada distinto a las que se ejecutan con Francia o Brasil, y afirmó que "no habrá ningún impacto político en la vida de América Latina".
Venezuela se ha convertido en el principal cliente de la industria militar rusa en América Latina, con varios miles de millones de dólares en compras de equipos y armas. De su lado, Rusia ha estrechado sus lazos con Venezuela y se ha acercado a Bolivia, Ecuador y Argentina, donde pidió ser socio observador de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), un objetivo sobre el que advirtió Carratú. A su juico, de concretarse, se "conformará un bloque de poder militar opuesto a Estados Unidos" que llevará a la región a "estadios de confrontación que no nos corresponden".