NUEVA YORK.- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, pidió terminar con los súper bonos y las súper retribuciones, y evocó el patriotismo para pedir a los directores generales de las mayores instituciones financieras que renuncien a sus privilegios, en el marco del mega plan de salvataje de los bancos.
A pocas horas del anuncio oficial del presidente George W. Bush, el secretario del Tesoro había convocado a nueve gigantes de Wall Street para hacerles digerir una medicina amarga: una parcial nacionalización de los bancos con consecuencias también en sus bolsillos.
Paulson les había informado que para el bien de la nación y de su sistema financiero, -la palabra patriotismo fue usada según una fuente del Washington Post- cada una de sus instituciones debían vender al gobierno una llamativa cantidad de acciones.
Con o sin voluntad, los nueve bancos aceptaron vender al gobierno acciones privilegiadas por 125 mil millones de dólares en total, con otros 125 mil millones de dólares federales a disposición de otros 8.500 bancos de pequeña o media dimensión que, en los próximos meses, podrán elegir si participan.