Hay tres centros de nivel superior universitario según se investiga en España que eran las encargadas de emitir los títulos falsos profesionales desde el Perú. Se trata de la Universidad San Martín de Porres, Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Nacional Agraria la Molina.
Algunas de las personas que habían adquirido los falsos títulos se desenvolvían en clínicas privadas como médicos o en centros de ancianos.
Hay 2 detenidos acusados de falsedad documental e intrusión profesional los cuales eran los responsables de las academias desde las que se ofrecían expedientes académicos y los títulos universitarios falsos, ubicadas en las ciudades de Alicante, en el este mediterráneo español, y en la andaluza de Málaga, según dio a conocer ayer la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.
La gran cantidad de capturados adquirieron de manera ilícita los títulos universitarios de médico cirujano, psicólogo, médico en terapia física y rehabilitación, químico farmacéutico, ingeniero forestal o historiador.
Algunos de ellos, amparados en las falsas titulaciones, ejercían en clínicas privadas, recetaban fármacos o trabajaban como fisioterapeutas.
La acción policial se denominó "Estudiante", inició en la ciudad de San Sebastián, en el País Vasco, donde se realizaron las primeras tres detenciones de supuestos fisioterapeutas que dijeron que lograron la obtención de los títulos con pagos previos de unos 18 mil euros.
La investigación sigue en 18 localidades de España y están detenidas hasta el momento 27 personas y otras 12 fueron imputadas, pero las autoridades descartan próximas capturas en Lima de los responsables de emitir y enviar dichos títulos a España.
Luego de las declaraciones de los primeros detenidos se pudo saber que el propietario de la academia que ofertaba las falsas titulaciones en una localidad de Alicante, Eduardo P.M., que poseía además una clínica en la que ejercía como licenciado en Medicina y Cirugía mientras su mujer regentaba una para farmacia - un negocio de medicamentos naturales y alternativos- contigua como titulada profesional.
Los datos financieros de los bancos de la academia señalan muchas transferencias en concepto de "convalidación de títulos", por lo que la Policía remitió el listado con los ordenantes de estos ingresos al Ministerio de Educación y Ciencia que confirmó que muchos de estos individuos habían logrado homologar sus títulos, que eran falsificados. .
Eduardo P.M. tenía otro socio, José L.M., que residía en Málaga donde poseía otra academia desde la que ofrecía también títulos profesionales falsificados.
Ambos tenían contactos con distintas personas de las universidades de Perú, país al que se desplazaban periódicamente.
Los dueños de las academias habían formado una denominada universidad virtual para tratar de justificar que estudiaban los correspondientes estudios.
La mayor parte de los títulos falsos eran licenciaturas de médico cirujano y un gran número de los capturados laboraban en clínicas privadas constancias de altas y bajas médicas y medicando fármacos.
Alguno de los detenidos trabajaba en residencias de la tercera edad y otros habían abierto centros de medicina estética donde fabricaban cremas para la reducción de grasa corporal y tratamientos contra las arrugas, inyección de silicona, botox o vitaminas, aplicación de radiofrecuencia y dermoabrasión.
El segundo mayor porcentaje de títulos falsificados lo tenían los técnicos médicos en Terapia Física y Rehabilitación que, con la homologación, podían ejercer como fisioterapeutas.
La gran mayoría de éstos últimos trabajaban como fisioterapeutas en clínicas de rehabilitación o en equipos de balonmano o voleibol.
La falsificación de titulados en Derecho eran pocos, aunque los que fueron detenidos estaban colegiados y ejercían como tales en despachos de abogados.
La policía realizó las capturas en ciudades de toda España, incluidas Madrid y Barcelona. |