NUEVA ORLEANS.- Gustav llegó a tierra ayer lunes en la costa norteamericana del Golfo de México al oeste de Nueva Orleans como un huracán de categoría 2, y se demostraron hasta el momento que los diques reconstruidos tras el terrible y destructor Huracán Katrina en el año 2005, aparentemente mantienen el agua caída fuera de la ciudad.
Ayer lunes por la noche Gustav se debilitó a tormenta tropical. Se calculaba que perdería más energía mientras avanza a través de los estados de Luisiana y Texas, dice un informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
En su informe de las 23.00 hora del este (03:00 GMT del martes), el CNH señala que los vientos máximos sostenidos de Gustav, que golpeó la costa de Luisiana como un huracán de categoría 2 más temprano el lunes, descendieron a 95 kilómetros por hora.
"Se espera que Gustav se convierta en depresión tropical el martes", señala el centro con sede en Miami.
El informe bajo la tensión y los temores de una repetición del desastre causado por el huracán Katrina hace tres años, cuyas inundaciones desbordaron los diques, anegando el 80 por ciento de la ciudad y aislando a miles de personas.
La fuerza inicial de Gustav aumentó toneladas de agua al río Misisipi, el lago Pontchartrain y los canales de Nueva Orleans, poniendo presión a las barreras que fueron reconstruidas después de que fallaran hace tres años.
Las aguas se establecieron en los muros de contención y salpicaron a través de las grietas en el vulnerable sistema de barreras.
Quince centímetros de agua inundaron algunas calles cerca del Canal Industrial de Nueva Orleans y autoridades advirtieron que aunque los diques no se habían visto sobrepasados, aún estaban en peligro.
Unos 750 mil residentes se encontraban sin electricidad, y el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, dijo que podría llevar más de dos semanas restaurar el servicio a todas las personas.
La dura experiencia y sus consecuencias cuando pasó el Huracán Katrina en el año 2005, , que dejó 1.500 muertos, cerca de dos millones de personas huyeron de la costa del Golfo mientras Gustav se acercaba y se calcula que sólo 10 mil personas estaban todavía en Nueva Orleans.
Unos 14 mil soldados y pilotos de la Guardia Nacional fueron distribuidos en la costa del Golfo . El Pentágono autorizó el envío de hasta 50.000 soldados para ayudar en las tareas de rescate, limpieza y contener posibles saqueos.
El secretario del Departamento de Seguridad del Interior, Michael Chertoff, advirtió a los residentes que era demasiado pronto para anunciar que había pasado el peligro.
"Esto aún no termina. (Gustav) aún está golpeando con fuerza algunas partes del estado", dijo Chertoff.
Gustav también tomó el centro de la escena en la política estadounidense, mientras los republicanos se preparaban para iniciar su convención para nominar oficialmente al aspirante presidencial John McCain, con un programa muy limitado, sin la pompa y circunstancia habitual.
La aproximación de Gustav llevó a incómodas comparaciones con Katrina.
El presidente George W. Bush, criticado por el lento rescate después de Katrina, canceló su aparición programada para el lunes en la convención del Partido Republicano y visitó en cambio Texas para supervisar los preparativos de emergencia.