Todos nosotros podemos afinar nuestra habilidad para escuchar al Espíritu. Aquellos que se han estado comunicando con el mundo de la orientación puede que hayan llegado a comprender que cuanto más grande sea el valor de lo que los guías o los ángeles quieran compartir, tanto más suave se hace su susurro. Ustedes podrían pensar que cuando el espíritu tiene algo para compartir con nosotros, nos enviaría una señal poco menos sutil. Sin embargo, cuando el espíritu comparte, lo hace silenciosamente, con pasión. ¡Nosotros tenemos que prestar atención!
Pueden estar seguros que escucharán a sus guías si se sumergen en la Oración y Meditación, el séptimo y octavo Principio de los Diez Principios de la Creación Consciente. Practiquen esos dos Principios a la altura de su potencial y verán que su vida se hace un poco más fácil. Si su mundo no camina en la forma en la que quisieran que lo haga, entonces practiquen la Oración y Meditación para volverlo al equilibrio.
Se nos ha enseñado que muchos memorizan las oraciones a lo largo de sus vidas. Sin embargo es una práctica con la que mucha gente tiene dificultades. La oración memorizada, la oración en la que tienen que trabajar, o la oración durante la cual su mente divaga, les brinda solamente una pequeña cantidad de energía. No los abrirá hasta el punto en el que el espíritu los escucha y ustedes escuchan al espíritu. Al contrario, algunos rezan y dicen que experimentan que las palabras fluyen como agua desde un cántaro. Ese tipo de oración espontánea comunica con la mayor claridad porque ustedes han establecido la conexión con el espíritu.
No es la extensión de la oración lo que cuenta, sino la pasión que ponen en el rezo. Eso no quiere decir que si no saben rezar apasionadamente, ustedes no deberían rezar. Sigan rezando hasta que encuentren la pasión. Hace mucho tiempo atrás, mientras estaba meditando, le dije a mi guía, el Maestro Kirael, que a veces luchaba con la meditación. Él me dijo, en toda su infinita sabiduría, "Finja hasta que lo logre". Estuve tan asombrado por esto. Me cuestioné cómo una energía de la séptima dimensión podía hacer semejante sugerencia. Luego caí en la cuenta de que en mis meditaciones, en mis oraciones, al trabajar los Diez Principios, yo tengo que hacer el viaje y seguir trabajando sea lo que sea que estoy haciendo. Lo que el Maestro Kirael estaba diciendo es que no abandone.
Si ustedes tienen el coraje de rezar y de meditar, les puedo asegurar que los cambios se producirán en su vida. Primeramente, encontrarán el Amor. No estoy hablando del amor hacia el dinero, relaciones o familia. Cuando ustedes verdaderamente descubren al Amor, no tendrá que ver con cualquiera de las cosas que acabo de mencionar. Se tratará de amarse a sí mismos. Al descubrirse a sí mismo, ustedes, sin lugar a duda, abrirán su corazón y recordarán que la parte más magnífica de ustedes es el Espíritu.
Su humanidad es meramente una ilusión de lo que Verdaderamente Son. Este mundo físico está lleno de reflejos y proyecciones. Frecuentemente está compuesto por todas las cosas que no queremos pero en las que pensamos. En otras palabras, refleja nuestros pensamientos. Llenen sus pensamientos y sus oraciones con Amor. Este viaje, la experiencia humana, es un gran regalo, y cada día que pasamos fuera del Amor, o en desarmonía, o estando enojados, o estando celosos de nuestro vecino, es un día que abandonamos nuestro viaje y nuestra conexión con el Espíritu. Si desean llevar su viaje al alineamiento, recen y mediten, y si les cuesta hacer esto, simplemente finjan hasta que lo logren. Sigan tratando de perfeccionar sus oraciones y su experiencia del Amor. Es ahí cuando verán al Espíritu trabajando con ustedes en la mayor armonía, y es ahí cuando perfeccionarán su viaje.
"Soy un ser humano divino y soy guiado por mi Divinidad que en su infinita sabiduría guía todo lo que pienso hago y siento en este día"
El acto de reír en sí mismo es como un detergente del corazón. El lava
algunos de esos sollozos del corazón. Eso hace que el corazón se sienta
bien. Sananda. |