PEKIN.- Alrededor de 13.000 niños fueron hospitalizados en China luego de haber ingerido leche contaminada, informó el ministerio de Salud, mientras el primer caso de una niña afectada fue detectado en Hong Kong.
La agencia Nueva China dijo que, según el ministerio de Salud, el número de niños internados es 12.892.
Cuatro bebés murieron a mediados de septiembre luego de haber bebido leche en polvo mezclada con melamina, una sustancia tóxica usada en la fabricación de colas, plásticos y fertilizantes.
La sustancia combinada con harina y leche parece tener un alto valor proteico pero puede también causar insuficiencias renales graves, con daños crónicos y a veces la muerte.
El vicepremier chino, Li Keqiang, visitó la provincia de Hebei, norte del país, donde se interiorizó de la situación de los bebés enfermos por consumir leche en polvo contaminada.
Las autoridades dijeron que el tratamiento a los afectados no debe retratarse y agregaron que los hospitales deben enviar médicos a las aldeas y áreas remotas para atender a los bebés que desarrollaron cálculos renales tras ingerir la leche contaminada.
En tanto, la alarma se encendió en Hong Kong al detectarse el primer caso de contaminación en una niña de tres años con un cálculo renal.
La paciente consumió a diario en los últimos 15 meses dos o tres raciones de leche Yili, uno de los tres grupos lácteos chinos en cuyos productos fue hallada la melamina.
La niña fue dada de alta en el hospital donde fue sometida a estudios.
El clima de alarma también se desató luego de que un diario de Hong Kong escribió sobre la posible contaminación con melamina de leche en polvo de marca Nestlé.
Incluso en las últimas horas algunos supermercados retiraron de sus góndolas latas de leche de la multinacional suiza.
En Ginebra, la empresa láctea informó en un comunicado que sus productos pueden ser consumidos con absoluta garantía de calidad, pues "ninguno" de ellos en China "fue hecho con leche contaminada".
También sostuvo que los estudios realizados por las autoridades de Hong Kong sobre la leche en cuestión "no tienen alguna contaminación".
El Centro para la seguridad alimentaria en la ex colonia británica halló la presencia de sustancias peligrosas en otro producto de Nestlé, una leche usada en el servicio de provisión a hoteles e instituciones.