A pesar de las presiones, tres países mantendrán cifras positivas de crecimiento en los dos años. (FOTO Ansa)
América Latina sufrió tres consecuencias puntuales de la crisis en las naciones con economías avanzadas
WASHINGTON.- Los países de América Latina y el Caribe mostraron hasta hoy una importante resistencia frente a la crisis global pero ahora enfrentan "crecientes presiones", advirtió hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el cual la región registrará una contracción del 1,5% este año y volverá a crecer el año próximo, pero apenas en un 1,6%.
En su nuevo informe Perspectivas de la economía mundial (WEO, por su sigla en inglés), que presentó hoy en el marco de la reunión de primavera junto al Banco Mundial, el FMI previó una contracción del 1,5% para este año en Argentina y un crecimiento del 0,7% en el 2010, y porcentajes del -1,3 y 2,2 para Brasil, en los mismos años.
Otros países que registraran contracciones este año, según las proyecciones del FMI, son Ecuador (-2%) y México (-3,7%). Ambos volverán a crecer en el 2010, con 1% en los dos casos. Venezuela es el único país que registrará contracciones en los dos años reseñados por el FMI, con una caída del 2,2% en el 2009 y el 0,5% en el 2010.
En cambio, a pesar de las presiones, tres países mantendrán cifras positivas de crecimiento en los dos años. Chile marca, siempre según las estimaciones del Fondo, 0,1% en el 2009 y 3% en el 2010, Perú alcanzará 3,5% y 4,5%, mientras que Uruguay verá su economía crecer 1,3% y 2%. Colombia, por su parte, tendrá crecimiento nulo este año (0%) y volverá a crecer el año próximo, con un 1,3%, mientras que América Central tendrá en su conjunto 1,1% y 1,8%.
En el reporte, el FMI señaló que, al igual que otras regiones consideradas "emergentes", América Latina sufrió tres consecuencias puntuales de la crisis en las naciones con economías avanzadas, comenzando por el alza de los costos de la financiación externa y la caída del influjo de capitales. Finalmente, destacó el Fondo, la crisis en las economías avanzadas, especialmente en Estados Unidos, el principal socio comercial de la región, provocó notables caídas en los ingresos por exportaciones y turismo y una reducción en las remesas.