Puede decirse que hay tantas variedades de ilusión como aparatos de los sentidos posee el hombre
Se entiende por ilusión al concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugerido por la imaginación o causado por engaño de los sentidos.
Puede decirse que hay tantas variedades de ilusión como aparatos de los sentidos posee el hombre. Son frecuentes, pues, las ilusiones de la vista, del oído, del olfato, del gusto y del tacto, si bien son más comunes las primeras o ilusiones ópticas. Respecto al oído, el eco es una de las formas de ilusión auditiva, y lo mismo puede decirse, por ejemplo, de ciertos procedimientos empleados en los teatros para simular las tormentas, la lluvia, la trepidación de un carruaje, etc.
Una de las notables ilusiones del sentido de la vista es el espejismo. La refracción de la luz causa otra ilusión óptica en virtud de la cual parece que está doblado o roto un bastón que se introduce en parte en el agua, apareciendo la truncadura en el punto en que el bastón toca la superficie de este líquido.
Las ciencias físicas han utilizado esas ilusiones ópticas para aplicarlas a sus procedimientos de investigación: así, por ejemplo, el microscopio tiene la propiedad de hacer que los objetos parezcan mayores de lo que son en realidad.
El mismo fenómeno de la visión, en virtud del cual se ven rectas las imágenes que en la retina se pintan invertidas, es otra verdadera ilusión, según muchos físicos y fisiólogos.
Hay también ilusiones morbosas o patológicas, las cuales consisten en que, a consecuencia de una impresión nerviosa periférica, la sensación percibida por el cerebro se desnaturaliza y no es la que debería producir normalmente el fenómeno exterior; de aquí resulta que el sujeto ve otro objeto distinto del que está ante sus ojos, oye otro ruido distinto del que llega a sus oidos.
La ilusión difiere de la alucinación en que, en esta última, la percepción es un fenómeno de puro automatismo cerebral, y no ha sido provocado ni precedido de ninguna impresión periférica actual, mientras que en la ilusión hay una impresión real, pero modificada, falseada antes de ser percibida.
Al lado de este desorden en la percepción de las impresiones periféricas existen ciertos fenómenos físicos que se han llamado ilusiones, y que sólo se parecen por el nombre a la ilusión patológica, como las ilusiones de óptica, de espejismo, etc. Se presentan bajo la influencia de causas exteriores que la ciencia explica y nos impiden tener una idea exacta exacta de sus objetos y de sus propiedades; pero no debe acusarse a los sentidos del error que resulta, ni, como se hizo en el siglo XVIII, creer que debemos desconfiar de la certidumbre de los conocimientos que nos suministran. En efecto, si, por ejemplo, la imagen de un objeto llega al ojo alterada por una causa exterior, no podemos esperar que el cerebro la restablezca en su pureza, porque entonces tendría la propiedad de cambiar la naturaleza de una impresión, lo cual constituye precisamente el estado que caracteriza la ilusión morbosa. Sólo cuando el encéfalo no percibe las impresiones tal como las recibe es cuando hay ilusión patológica; en la ilusión de causa física percibimos muy bien las ilusiones imperfectas.
Se puede decir también que ilusión es acariciar una esperanza sin fundamento racional.
Hay un refrán que dice: “la ilusión es la realidad de los que no tienen un real”.
Mucha gente, en la actualidad, viven de ilusiones.
*e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr