Granera destaca que institución policial camina “al filo de la navaja”

La primera comisionada Aminta Granera afirmó ante el parlamento que algunos agentes de la Policía Nacional (PN), han tolerado las agresiones en ciertas ocasiones, razón por la cual la institución camina al “filo de la navaja” y mencionó que ese actuar no es comprendido por diversos sectores.

“Estoy consciente que ante determinadas situaciones la Policía Nacional camina en el filo de la navaja y que, en esos casos, no todos los sectores comprenden y aprueban nuestra actuación”, dijo Granera, durante una sesión solemne que la Asamblea Nacional le organizó a la PN por sus treinta años de fundación.

Granera apuntó que el actuar de la PN es “complejo, no ajeno a las vicisitudes y conflictos del acontecer nacional”, y por tanto el “desafío” de la policía es “saber caminar con responsabilidad, prudencia y sensatez”, agregó.

La comisionada indicó que la PN se encuentra “consciente de los señalamientos legítimos” que se hacen para mejorar el actuar policial.

Sin embargo, resaltó que hay “casos particulares, donde se ha manifestado alguna inclinación a tolerar las agresiones y que son objeto de investigaciones y sanciones internas. La actuación policial ha tenido que contenerse y manejarse entre la preservación del orden público y los mayores esfuerzos para que nunca más Nicaragua lamente una muerte por la exacerbación del sectarismo político”, declaró Granera.

En declaraciones anteriores la primera comisionada declaró que la institución policial está expuesta a “cometer errores” por la mayor participación con la ciudadanía.

Por su parte el presidente de la Asamblea Nacional, René Núñez Téllez, alabó la labor de la PN a la cual catalogó de “calidad”. “Sí, han habido errores, son errores del ser humano”, reconoció.

Granera, recibió por parte de la Asamblea Nacional, la Orden de la Libertad Pedro Joaquín Chamorro, en Grado Collar. La revista Latin Trade hizo una semblanza de la personalidad de la única mujer policía del Continente a la cual se le proyecta como un personaje potable para las aspiraciones políticas durante las elecciones del 2001 en Nicaragua.