Papa Benedicto XVI. (FOTO ARCHIVO)
Incluso en la pobreza
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI dijo que, aun en tiempo de crisis, las Navidades y el pesebre revelan el "secreto del verdadero gozo", que no reside en "tener muchas cosas", sino en "sentirse amado por el Señor, en hacerse don para los demás y en amarse".
Benedicto XVI lo dijo durante la ceremonia del ángelus desde el balcón de su despacho, que se asoma a la plaza de san Pedro del Vaticano, en una jornada en que se celebra una fiesta tradicional en Roma: la bendición papal de estatuas del Niño Jesús llevadas por niños que se usan en los pesebres de las casas, las escuelas o las parroquias.
La bendición de los "bambinelli (jesusitos) como se dice en Roma -afirmó Ratzinger- nos recuerda que el pesebre es una escuela de vida en que podemos aprender el secreto del verdadero gozo".
Benedicto XVI amonestó también a conservar la costumbre de hacer el pesebre e invitó a comprender su significado. La Virgen y san José, dijo, tuvieron a "su primer hijo entre grandes inconvenientes, pero, a pesar de esto, rebosan de gozo íntimo porque se aman, se ayudan y, sobre todo, tienen la certidumbre de que en su historia actúa Dios, que se hizo presente en el pequeño Jesús".
"¿Y qué motivo de alegría pueden tener los pastores? -siguió-. Aquel Niño recién nacido no cambiará su condición de pobreza y marginación, pero la fe los ayuda a reconocer en el 'niño envuelto en pañales y puesto en el pesebre' la 'señal' del cumplimiento de las promesas de Dios a todos los hombres".
El verdadero gozo, concluyó, "es el sentir que nuestra existencia personal y comunitaria es visita y llenada por un misterio grande, el misterio del amor de Dios".