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ACTUALIZADo 13 de enero de 2009
Los 7 principios básicos
PROF. CHRISTIAN CAZABONNE*
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Tome 8 vasos de agua, Oxigénese, etc…

1. Estimúlese físicamente: Muévase, baile, haga ejercicio aeróbico, nade, juegue tenis, football. Haga ejercicios de lateralidad, por ejemplo con la mano izquierda toque su oreja derecha y con la mano derecha toque su nariz. Ahora al revés y repítalo varias veces hasta dominarlo.

2. Tome 8 vasos de agua: De acuerdo con los expertos, esto no es opcional, es obligatorio si queremos que nuestro cerebro funcione de una manera óptima. Y si estamos estresados, debemos aumentar a 16 vasos de agua al día. El 90% del volumen de nuestro cerebro está compuesto por agua y es el principal vehículo de las transmisiones electroquímicas.

3. Oxigénese: Haga ejercicio, salga al campo. Antes de una junta importante o de un trabajo que necesite concentración respire hondo. Respire en 4 tiempos, sostenga el aire en 16 y exhale en 8. El doctor Otto Warburg, premio Nobel de fisiología, hizo un experimento en el cual logró convertir células sanas en malignas, a través del sencillo procedimiento de retirarles oxígeno. Rodéese de plantas: ¿Sabía que una sola planta puede remover partículas contaminantes del aire en un espacio de 9 metros cuadrados? Las plantas aumentan la ionización negativa del aire y lo cargan de oxígeno, aumentando nuestra productividad en un 10%, algunas plantas como las dársenas han probado ser de las mejores para esto.

4. Consuma alimentos para el cerebro: Al cerebro le conviene que comamos cinco porciones de fruta y verduras al día, semillas, nueces, ajo, granos completos, champiñones, aceites prensados en frío y proteínas. El pescado literalmente genera la construcción de nuevas neurocélulas.

5. Piense positivamente: Los pensamientos negativos generan químicos que bloquean la conexión entre los neurotransmisores. Como decía Henry Ford: “Si piensas que puedes o que no puedes, siempre estarás en lo correcto”.

6. Escucha música barroca: La música es la puerta hacia terrenos interiores; toca lugares fuera de nuestro alcance. Ayuda a la creatividad, a la expresión personal. Facilita el aprendizaje. Un granjero comprobó que al ponerle música barroca a sus vacas, en ellas había un aumento en la producción de leche y en sus glóbulos blancos.

7. Rete a su cerebro: Si no lo usamos, lo perdemos. Juegue ajedrez, resuelva crucigramas, aprenda a tocar un instrumento, haga matemáticas, viaje a lugares nuevos, vaya a exposiciones de arte, lea, estudie algo. Escriba y dibuje con su mano no dominante. Abra su mente a nuevas experiencias y formas de pensar.

Todo lo anterior genera que el cerebro funcione mejor. Podemos concluir que en este llamado “Milenio de la mente”, la única manera de ser competitivos y mantener un balance en nuestras vidas no es trabajar más, sino trabajar mejor.
Fuente: André Vermeulen

*e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr

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