Ley de Viviendas traería los hogares que muchos recién casados no tienen y les toca que andar alquilando, perjudicando sus economías. (FOTO)
El asesor para asuntos económicos de la Presidencia señaló que una de las medidas económicas se contempla como fundamentalmente la aprobación e implementación del Plan de Vivienda Social
La Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur) tiene confianza en que el sistema financiero de Nicaragua decida suavizar en los próximos días su política de crédito para la compra de viviendas. Recientemente el gobierno anunció medidas de austeridad y ahorro pero expresó su interés en promover sus inversiones en el área de la construcción.
A criterio de Alfonso Silva, presidente de Cadur, los anuncios gubernamentales para aplicar una serie de políticas económicas, entre las cuales están el de establecer mecanismos de agilización de trámites de exportación y producción, así como para inversión turística y construcción, generó grandes expectativas en el sector de la infraestructura, a partir de que en el año 2008 se dieron grandes pérdidas en la construcción y venta de viviendas.
Declaraciones dadas a un medio periodístico por el asesor para asuntos económicos de la Presidencia, Bayardo Arce Castaño, señaló que una de las medidas económicas adoptadas por el gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra, para superar la crisis, consistía en la ejecución de un Plan de Inversión Pública, dentro del cual se contempla como fundamentalmente la aprobación e implementación del Plan de Vivienda Social.
Arce dijo que la aprobación en la Asamblea Nacional de una Ley de Vivienda Social, ayudaría con otras medidas a bajar los trámites burocráticos para los urbanizadores, y agilizaría el mercado de la construcción que según Arce, “es estratégico, porque dinamiza la industria del cemento, del hierro, emplea a miles de personas y eso es un eje clave en las medidas económicas de este año”.
“Nos parecen muy positivas las medidas implementadas por el gobierno en general, porque el año pasado cerró muy mal y nosotros le dijimos a la banca, al gobierno y a las autoridades, que si no nos sentábamos, esto iba terminar muy mal, y ahora esperamos que las cosas mejoren”, afirmó por otro lado el delegado de los urbanizadores, Alfonso Silva.
Dijo el funcionario del sector construcción de CADUR que luego de las reuniones sobre el tema con las partes involucradas, la banca se ha manifestado dispuesta a flexibilizar en los condiciones para los préstamos y rebajar las tasas de interés y aumentar el techo de financiamiento.
Esto sería posible, explicó Silva, si las urbanizadoras, la banca y el gobierno logran destinar recursos millonarios al sistema financiero nacional para la venta de viviendas a largo plazo. Las pláticas en ese sentido, dijo Silva, van por buen camino.
La Asamblea Nacional, por medio de la Comisión de Infraestructura, ya retomó la Ley de la Vivienda Social, de acuerdo con Silva, quien dijo que tiene información de que el dictamen final que será sometido al plenario legislativo en los próximos días.
“Si esa ley, en los términos que la habíamos consensuado con las urbanizadoras, es aprobada, va ser un paso importante en cuanto a la formalización de peticiones y acciones para incentivar la industria y la economía”, consideró.
Sin embargo dijo que las medidas son positivas, aunque advirtió que de nada valdrían si no se destinan fondos para que la banca autorice los préstamos hipotecarios a largo plazo.
Señaló que ya se han reunido con la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua (Asobanp) y que intentarán la próxima semana sentarse con el Cosep, para luego hacerle un planteamiento específico al gobierno sobre las acciones que se pueden tomar para buscar los recursos de largo plazo que se coloquen en la banca para activar los créditos hipotecarios.
El presidente del Cadur afirmó que actualmente hay unas líneas de crédito que maneja la banca, que son fondos financiados por la OPIC (Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero, por su sigla en inglés, del gobierno de Estados Unidos), y otra línea de financiamiento apoyada por el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
“Tengo entendido que el INSS ha colocado fondos en dos bancos, para invertir en viviendas sociales de menos de 30 mil dólares, con tasas de interés del ocho por ciento para los cotizantes del Seguro Social”, dijo Silva.
Silva dice que la propuesta del Cadur es que se puede destinar recursos de varias fuentes para trasladarlos a la banca, y que ésta active los créditos a largo plazo para reanimar al sector de la construcción.
Según Silva, han encontrado eco en la banca y en el Gabinete Económico del gobierno, para destinar al sector una parte de los recursos que el gobierno ha anunciado que gestionará ante el BID, BCIE, Banco Mundial y otros organismos financieros. Los bancos incrementaron la tasa de interés para crédito hipotecario en tres y hasta cuatro por ciento a partir de agosto del año pasado, agudizando la crisis del sector construcción que se vio afectado durante todo 2008.
Otro de los aspectos que activó la esperanza en el sector de la construcción es que la Superintendencia de Bancos, SIB, estudia la posibilidad de flexibilizar la Normativa sobre Gestión de Riesgo Crediticio, que entró en vigencia el pasado primero de enero.
En esta normativa se establece que previo a un crédito, los bancos no deben extender créditos a clientes de cuyo salario se exceda el 40 por ciento de la cuota de pago del préstamo.
“Hay una propuesta de reforma de la SIB, y que se va a permitir un mayor nivel de endeudamiento de hasta el 50 por ciento de capacidad de pago de las familias nicaragüenses, cuando se trata de crédito hipotecario únicamente”, dijo Silva.
Víctor Urcuyo, Superintendente de Banco, dijo que hay una propuesta de ese tipo, pero no dio mayores detalles ya que no la conoce todavía el Consejo Directivo.