Produce regularmente dos o tres veces al año su fruto que es del tamaño de un melón regular
El cocotero es un árbol esbelto, originario de América tropical, semejante a la palma, con las hojas compuestas de otras pequeñas de figuras de espada y plegada hacia atrás.
Produce regularmente dos o tres veces al año su fruto que es del tamaño de un melón regular, cubierto de dos cáscaras, a la manera de la nuez, la primera muy fibrosa y la segunda muy dura.
Cuando esta verde, contiene un agua agradable y refrescante y después de maduro una sustancia parecida en el color y gusto a la avellana.
El cocotero alcanza los 20 a 30 metros de altura. La parte sólida, blanca y comestible de su fruto, una vez desecada constituye la coca de la cual se extrae el aceite de coco.
Esta planta es una gran fuente de riqueza para muchas regiones, ya que todas sus partes, desde la raíz hasta las hojas tienen aplicaciones, lo cual le ha valido al cocotero el nombre de “Rey de los vegetales”. En francés esta planta recibe el nombre de “cocotier”.
La raíz produce un tinte de color rojo, sirve para hacer cestas, esteras, etc., y en medicina popular para combatir la disentería.
El tallo suministra la “madera de palmira”, muy dura empleada en carpintería, ebanistería, etc. Las hojas jóvenes y tiernas son comestibles; las grandes sirven para fabricar cestas, sombreros, esteras, abanicos, etc. Las flores se emplean en medicina popular para combatir enfermedades del aparato respiratorio y el líquido que fluye al cortar las inflorescencias, fermentado, constituye la bebida llamada “tuba”.
Aplicaciones medicinales:
• El agua de coco sirve para las dolencias de la vejiga. Además de ser un buen alimento el coco sirve:
• Para blanquear, desaparecer las arrugas y embellecer el cutis de la cara y de las manos, se pasa en forma de loción el agua de coco y también se bebe un vaso de agua diario por un tiempo.
• Para expulsar la tenia (solitaria), las lombrices y otros parásitos, se ralla la pulpa de un coco maduro, se mezcla con una o dos zanahorias ralladas y se come en ayunas. Este tratamiento se hace a diario y pronto terminan por ser expulsados todos los parásitos.
• El aceite que se extra de la fruta es purgante y resolutivo; también es muy fresco y se aplica en los casos de irritación y para disolver tumores, apostemas, bubones, etc.
• El ungüento compuesto de aceite de coco, zumo de auyama un poco de vinagre y aguardiente de caña, es muy eficaz para aplicarlo en las irritaciones del hígado.
• El cocimiento de las barbas de coco, o sea los filamentos de dicha concha, se toma para las diarreas.
• La leche del coco se usa también en las irritaciones con muy buen éxito, principalmente en las erisipelas y es un excelente expectorante tomando de ella cuatro cucharadas dos veces al día.
• El aceite se aplica para el ahogo de los niños en dosis de dos cucharadas para el de edad de siete años y en los demás a proporción, pero debe preceder un vomitivo de ipecacuana (diez gramos para los de siete años).
• Para excitar la menstruación, se toma por ocho días un vaso de agua de coco con cuatro cucharadas de ginebra.
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