El vicepresidente, Ramón Carrizalez, reclamó un desagravio al gobierno por haber sido acusado por un ataque a la sinagoga principal de Caracas. (FOTO ANSA)
La confrontación política es siempre áspera en Venezuela, con discursos y acciones que amenazan con desembocar en violencia generalizada
CARACAS.- Venezuela afronta los últimos cuatro días de campaña para el referendo sobre la reelección continuada en medio de la hostilidad habitual entre oficialismo y oposición, agravada por acciones de violencia que profundizan la tensión. Los opositores acusan a seguidores del presidente, Hugo Chávez, por acciones de violencia y, a la inversa, el gobierno responsabiliza a manifestantes de la oposición por varios ataques, contexto en el cual las autoridades advirtieron que impedirán "la anarquía".
La confrontación política es siempre áspera en Venezuela, con discursos y acciones que amenazan con desembocar en violencia generalizada y evocan a menudo el riesgo de golpe de estado.
El vicepresidente, Ramón Carrizalez, reclamó un desagravio al gobierno por haber sido acusado por un ataque a la sinagoga principal de Caracas, una acción por la cual está responsabilizado ahora un agente de policía metropolitana, que no depende del gobierno federal sino de un alcadel opositor, y que para más trabajó como escolta de un rabino.
La oposición hizo un acto gigantesco el sábado en la capital del país y, en su cierre, varios dirigentes acusaron por la violencia al gobierno y dijeron que en el país hay "presos políticos".