La Casa Blanca espera poder contener el creciente índice de desempleo. (FOTO: ARCHIVO)
En medio de un día feriado federal en Estados Unidos (President’s Day, que recuerda el nacimiento de George Washington), Obama mantuvo solamente reuniones de bajo perfil
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmará el paquete de estímulo con el que espera poder empezar a revertir la crisis económica y acallar además las críticas de los republicanos, quienes apuestan a un fracaso del plan con la vista puesta en las elecciones de 2010.
"La batalla política alrededor del estímulo apenas empezó", dijo el Washington Post, según el cual la oposición "apuesta" a que el paquete que los demócratas hicieron avanzar a través del Congreso haya "fracasado cuando lleguen las elecciones del 2010, llevando a los votantes a reprender a Obama y recompensar a los republicanos con las victorias que tanto necesitan". Todos los diputados republicanos votaron la semana pasada en contra del paquete de reactivación económica de 787.000 millones de dólares y solamente tres senadores de la oposición apoyaron la iniciativa, dándole a los demócratas el apoyo justo para alcanzar en la Cámara alta una mayoría a prueba de maniobras dilatorias. Obama volvió a Washington después de haber pasado el fin de semana en Chicago, su ciudad de adopción y ex cuartel general político.
En medio de un día feriado federal en Estados Unidos (President’s Day, que recuerda el nacimiento de George Washington), Obama mantuvo solamente reuniones de bajo perfil, mientras se prepara para firmar en Denver, Colorado, el paquete de estímulo económico.
La Casa Blanca espera poder contener el creciente índice de desempleo, actualmente en el 7,6%, a través de un masivo plan de obras públicas. También pondrá en marcha un programa de recortes impositivos que alcanzará, según prometió Obama, al 95% de las familias estadounidenses de clase media. Los republicanos hubieran preferido un paquete de alrededor de 440.000 millones de dólares, apoyado básicamente en alivios fiscales de mayor alcance. Durante las discusiones por el paquete de estímulo la oposición "presentó un plan que era más inteligente y más simple", aseguró el diputado republicano Eric Cantor, de Virginia y una de las personalidades en ascenso del partido. Tal como quedó, diseñado por los demócratas, el paquete "era simplemente inaceptable" para los republicanos, añadió Cantor durante una entrevista con la televisora CBS.
El diputado apuntó además contra el paquete de asistencia a las familias que compraron sus casas con préstamos hipotecarios de alto riesgo y ahora corren el riesgo de desalojo, a las cuales la Casa Blanca quiere ayudar con unos 50.000 millones. Según Cantor, utilizar más dinero de los contribuyentes para ayudar a estas familias simplemente terminará creando más presión impositiva para ellos y todos los estadounidenses. "Simplemente no podemos seguir pagando por la clase de cosas que este gobierno piensa que podemos", dijo Cantor, quien se declaró "muy preocupado por la dirección que veo estamos tomando".
Además de los republicanos, Obama podrá recibir dolores de cabeza de parte de las autoridades locales estadounidenses, que ya se están acomodando para disputarse los fondos del paquete. El paquete representa "el mayor flujo de dólares federales desde los días del programa Gran Sociedad del presidente Lyndon Johnson", recordó el New York Times. "Pero también se espera que desate una multitud de batallas políticas alrededor del mapa -señaló el diario-: entre gobernadores y legislaturas, capitales estaduales y consejos de la ciudades, incluso entre municipalidades vecinas".