En Venezuela

Las razones para el estudio y la didáctica de las Ciencias de la Tierra fueron transitadas en una excursión científico-cultural realizada recientemente en la ciudad de Coro (Venezuela).

Organizada por el Profesor Christian Cazabonne, cuya finalidad esencial fue iniciar el rescate de esta disciplina, sumida en la displicencia por las esferas educacionales públicas y privadas, vista como la cenicienta de las asignaturas que se cursan en el área diversificada, mención ciencias del bachillerato venezolano.

Al hablar de Ciencias de la Tierra podría llevarnos a diferentes interpretaciones en el saber cotidiano, por ejemplo, la minería, la geología, la climatología, la edafología, la meteorología, la agronomía, la agricultura, la topografía…

Sin embargo, las Ciencias de la Tierra como área de investigación, tiene múltiples particularidades en lo científico, tecnológico y cultural porque ella constituye la suma de diversas disciplinas, demostrando con esto que no es cualquier ciencia, porque su radio de acción fluctúa entre lo científico y lo tecnológico.

La ciencia tienen muchas incógnitas que resolver y necesita la ayuda teórica de esta disciplina para poder explicarse las diversas evoluciones que ha sufrido la Tierra, y por ende ganándole la partida al misterio, es por ello, que el estudio que realicen los científicos, los estudiantes, los técnicos y también los políticos constituirán los aportes que requiere el hombre moderno para conocerse y explicarse el mundo que lo rodea.

En consecuencia, es importante rescatar el sitial que le corresponde a esta asignatura, que pareciera ser la oveja negra de los curriculum de la educación media en Venezuela, pero es esencial para la preparación general del futuro profesional.

Al respecto, Cazabonne afirma que “es preocupante la apatía en los jóvenes bachilleres hacia el estudio de esta disciplina. La culpa de esa aversión la tienen en gran parte los profesores que imparten los conocimientos de Ciencias de la Tierra en la educación media, que padecen de poco interés y a veces de mala preparación”.

Tal aseveración expresa la gran preocupación del prof. Christian Cazabonne, estudioso científico venezolano, quien nos dictó recientemente un taller sobre la didáctica de Ciencias de la Tierra.
Con escasa colaboración, con una serie de obstáculos y la asistencia de un reducido número de docentes que dictan la asignatura, se realizó el trabajo de campo con mucho entusiasmo en la península de Paraguaná situada al norte del litoral del estado Falcón (Venezuela). Uno de los sitios visitados fue la mina abandonada de cromita del cerro Colorado, cerca de El Rodeo al sureste de la península de Paraguaná. Bajo un Sol inclemente y en medio de una vegetación xerófita macrotérmica, se trabajó en pequeños grupos de participantes recolectando rocas y minerales de origen y estructuras diferentes (serpentinita, cromita, gabro, jaspe, calcedonia, caliza…).

A pesar de las dificultades se pudo observar la extensa riqueza minera de la zona estudiada, ignorada por la gran mayoría de la población. Riqueza que a los ojos de los participantes resultó asombrosa y admirable.