Te deseo un día de cosas pequeñas de las cuales estarás agradecido
No seremos recordados por nuestras palabras, sino por nuestras acciones.
La vida no se mide por cada aliento que tomamos, sino por las cosas que nos quitan el aliento.
Hoy te deseo un día de milagros comunes, como una cafetera con café fresco, recién colado, que tu compañero (a) te preparó; una llamada inesperada de un viejo amigo, semáforos verdes camino al trabajo, una sonrisa de alguien que atendiste o la sonrisa de tus hijos al llegar a casa.
Te deseo un día de cosas pequeñas de las cuales estarás agradecido, como: la fila más rápida en el supermercado, una canción favorita en la radio, encontrar tus llaves justo donde buscas, el tierno abrazo de tu hijo sólo por ser su papá.
También te deseo un día de felicidad y perfección; pequeños trozos de perfección que te hagan sentir bien, porque eres alguien especial y único.
Y sobre todo te deseo un día de paz, felicidad y dicha.
Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.
Hay personas que nunca olvidarás: tus padres e hijos, tu pareja, tus amigos o simplemente tus conocidos.
Es un mensaje breve para dejarles saber que nunca los olvidarás.
Pero, si estás tan apurado en tu desgracia, en tu desdicha, en lamentarte de tu sufrimiento, probablemente ya has olvidado a los que verdaderamente te aman y a tus verdaderos amigos.
Esos que se miden por el corazón, no por el dinero.
*e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr