El déficit representa un 12,3% del producto bruto interno estadounidense

WASHINGTON. - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció un presupuesto federal para este año fiscal que dejará un déficit record de 1,75 billones de dólares, pero prometió que -a través de recortes y optimización de los gastos- ahorrará 2 billones en los próximos ejercicios.

Obama está nadando en cifras enormes desde que llegó al gobierno, el 20 de enero. Por lo pronto, entró a la Casa Blanca con un déficit de alrededor de un billón de dólares que le dejó su predecesor, el republicano George W. Bush. Del ex presidente heredó también una parte del paquete de rescate de 700.000 millones de dólares aprobado a fines del año pasado para salvar a los bancos afectados por la crisis financiera. Y a mediados de febrero firmó su propio paquete de estímulo económico, de 787.000 millones de dólares, para intentar contener el desempleo y la recesión. El presupuesto anunciado cuenta con unos 3,55 billones de dólares.

El déficit representa un 12,3% del producto bruto interno estadounidense, un record desde que el rojo del presupuesto se comió un 21,5% en 1945. Además del paquete de estímulo -que servirá para poner en marcha un masivo plan de obras públicas con el cual el presidente quiere contrarrestar el crecimiento del desempleo, actualmente en el 7,6%, y para conceder recortes impositivos al 95% de las familias trabajadoras, según prometió-, Obama está haciendo avanzar también un programa multimillonario para ayudar a las familias que enfrentan desalojos por atrasos en los pagos de sus préstamos hipotecarios.

Con esa catarata de dinero de los contribuyentes a sus espaldas, Obama se anticipó a las críticas de la oposición republicana, que lo acusa de gastar demasiado dinero gubernamental. "Aunque debemos agregar a nuestros déficits en el corto plazo para proveer alivio inmediato a las familias y poner a nuestra economía en movimiento -dijo Obama-, es solamente a través de la restauración de la disciplina fiscal a largo plazo que podremos producir crecimiento sostenido y prosperidad compartida".

Según Obama, "ese es precisamente el propósito" del presupuesto que envió al Congreso para su aprobación. Obama cuenta con mayorías en ambas cámaras del parlamento. Ellas le sirvieron para hacer aprobar el paquete de estímulo, pero con el voto en contra de todos los diputados republicanos y el apoyo de solamente tres senadores de la oposición.

El presidente prometió transparencia en su gestión y volvió a apuntar contra la "contabilidad deshonesta" que, a su juicio, marcó la administración Bush. Obama señaló en particular los "gastos fuera de los libros" que escondieron -dijo- "el verdadero costo de la lucha en Irak y en Afganistán". "Así como una familia tiene que tomar decisiones difíciles sobre dónde gastar y dónde ahorrar, lo mismo tenemos que hacer nosotros, como gobierno", explicó Obama.

"Ustedes saben -continuó-, hay tiempos en los que se pueden dar el lujo de redecorar sus casas y hay tiempos en los que necesitan enfocarse en reconstruir los cimientos". "Hoy, nosotros debemos concentrarnos en reconstruir los cimientos", enfatizó el presidente. Al entrar al gobierno, Obama prometió que recortará el déficit fiscal hasta los 533.000 millones de dólares para el 2013, cuando habrá concluido su mandato y, se prevé, buscará correr por la reelección.