La vida es un camino lleno de sorpresas, y el final es desconocido. (FOTO ARCHIVO)
• Para aquellas personas que me hacen sonreír.
• Para los amigos que siempre estuvieron juntos a mí, ¡hasta cuando yo no estaba dispuesto!
• Para la persona que yo esperaba me pisara cuando caí y fue una de las pocas que me ayudó a levantar.
• Para las personas que hicieron que mi vida fuera diferente.
• Para las personas que cuando miro para atrás, siento mucha nostalgia.
• Para las personas que me aconsejaron cuando me sentí sólo, y me ayudaron a entender que no importa en cuantos pedazos se partió mi corazón, el mundo no se detiene para que yo lo arregle.
• Para las personas que me dieron fuerza cuando yo no estaba muy animado para trabajar.
• Para las personas que amé.
• Para las personas que abrasé.
• Para aquellos y aquellas que solo encuentro en mis sueños.
• Para aquellos y aquellas que encuentro todos los días y no tengo la oportunidad de decirles todo lo que siento, con solo mirarlos o mirarlas a los ojos.
• Para aquellas personas que me acompañaron, a la vez que trataron de mitigar mi dolor, cuando todo fue sufrimiento entre una nube de intrigas.
• Para aquellos que ya se olvidaron de lo importantes que fueron para mí.
La vida es un camino lleno de sorpresas, y el final es desconocido.
Tú puedes hacer cosas en un instante, de las que te arrepentirás para toda la vida.
Lo que importa no es lo que tienes en la vida, sino a quién tienes en la vida.
Por eso guarda a todas las personas importantes en tu vida, en un rinconcito de tu corazón.
*e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr